la vieja e histórica estación de autobuses de Vitoria de la calle Francia -en el solar que hoy alberga a Artium- fue demolida en 1998 cuando estaba a punto de cumplir medio siglo en funcionamiento y desde cinco años a antes, la ciudad habilitó unas pobres instalaciones en Los Herrán que comenzaron siendo un apaño provisional, aunque ha mantenido su actividad como terminal durante casi 22 años. La estación de Los Herrán es uno de los símbolos del secular bucle en el que la capital alavesa se ha sumergido a menudo con frustrados proyectos estrella que durante las dos últimas décadas iban y venían entre rifirrafes en el debate municipal, eternos desacuerdos y polémicas, indefiniciones sobre modelos urbanos e, incluso, falta de financiación. En este contexto, la inauguración de la flamante estación de autobuses de la plaza Euskaltzaindia supuso ayer, indudablemente, un hito en la historia de Vitoria, una ciudad que entre sus principales infraestructuras durante los últimos veinte años sólo ha visto hacer realidad el tranvía, mientras otros grandes proyectos llamados a convertirse en tractores urbanos se iban quedando en el camino. Así, la estación de verdad que se estrena este lunes -y que ayer recibió la bendición de manos del lehendakari Iñigo Urkullu, el alcalde Javier Maroto y el diputado Javier de Andrés en un sencillo acto institucional- no es sólo la inauguración de una terminal de autobuses, sino que debería ser un mojón en la construcción de la nueva Gasteiz, en respuesta a los retos de modernización urbana, de conexión de la ciudad con el resto del país y del mundo y de tráfico de salidas y llegadas de pasajeros, pero también de oportunidades, que encierra la ciudad. Más allá de polémicas sobre anteriores proyectos y emplazamientos posibles, los grupos de los cuatro colores políticos del Ayuntamiento han arropado esta bandera -algo inusual en los grandes proyectos de Vitoria- y, además, la implicación del Gobierno vasco con la capital alavesa y su compromiso económico -cubre un 85% de los casi 17 millones de euros a los que asciende la inversión- ha permitido que esta infraestructura cuente también con un sustento de financiación, algo no menos inusual en los grandes proyectos de Vitoria. Al igual que con el tranvía, aquí también han encajado todas las piezas. Un referente para el futuro despegue de Gasteiz.