Sobre lo sucedido no voy a extenderme, porque ya están las hemerotecas. Quiero aprovechar esta noticia para hacer un canto de agradecimiento sincero -y también con un toque de ironía en algunos párrafos- para agradecer a todos cuantos aportan algo en la educación de nuestros hijos.

Gracias a aquellos profesores que se convierten en un referente de vida y de conducta para nuestros hijos, que dan pie a que les confíen sus cuitas y dudas, y no solo las relacionadas con la materia académica, sino las que tienen que ver con la vida pura y dura.

Gracias también a los que son un referente, pero por oposición. Es útil encontrarse con modelos de comportamiento y pensamiento a los que uno no quisiera parecerse. En este capítulo podríamos meter a políticos, artistas, deportistas o personajillos públicos que son ejemplo de falta de valores, de honradez y de talla moral. Pero también hay personalidades públicas o famosas que saben transmitir una imagen más de personas que de personajes y que saben destacar su lado humano por encima de su condición de artista, deportista o político.

Los jugadores de baloncesto -dioses de un olimpo de parqué e ídolos de muchos niños que aspiran a ser grandes- pueden encontrar la lección de torres más altas que caen pero saben levantarse. Porque errar es humano, y reconocer el error y pedir perdón es de héroes.