“aver, tú, que sueles seguir al Baskonia. ¿Cómo es posible que ganen por cuarenta en casa y que caigan con todos fuera?” Me lo espetaba así ayer un buen aficionado,entre contento y cabreado, nada más consumarse el aplastante triunfo sobre el canario Herbalife. No es fácil entenderlo, es cierto, aunque la explicación más probable que se me ocurre es que el equipo apenas está completando la pretemporada. Estamos en febrero ya y todavía, cinco meses después de comenzar los entrenamientos, el equipo sigue buscando el camino que le lleve a encontrar la consistencia mínima que le permita competir todos los días con la misma intensidad y fiabilidad. Lo que ocurre es que hemos pasado de formar el peor equipo en la historia del club a un grupo mucho más compacto, equilibrado y, sobre todo, mejor. Fíjense que desde el verano a esta parte se han marchado el entrenador Crespi, tres jugadores titulares -Heurtel, Johnson, Hamilton-, otros dos importantes -Perkins, Vujacic- y aún dos más como White y Gomes. O sea, entrenador y más de medio equipo titular nuevos con las competiciones en marcha. Adams, James, Begic y Hansbrough todavía están conociéndose y dándose a conocer. No lo tiene fácil Ibon Navarro, no.