No hay ninguna prisa, señores. ¿Qué es eso de correr? Algo así debieron de decirse los prebostes del G20 que se reunieron hace unos días en Brisbane. Los recibió Tony Abbott, primer ministro australiano. Hola, Barack. Hola, Angela. Hola, David. Hola, Jean-Claude, pillastre; ¿podrías haber avisado del acuerdo fiscal con las multinacionales, no te parece? Hola, Mateo. Hola... ¿Cómo era? Ah, sí, ¿Mariano, no? Bueno, voy a decir algo para que lo entrecomillen los periodistas: “Queremos que las compañías paguen su parte justa de los impuestos y que lo hagan en las jurisdicciones donde logran sus beneficios”. Mateo, dale un codazo a Mariano, que se está durmiendo. ¿No hace falta que lo repita, verdad? Ha quedado claro que es sólo para los periodistas. Ahora vamos a ver qué hacemos con los impuestos de las multinacionales. Propuestas. Que alguien hable... Barack: “Necesitamos un estandar de información común”. Angela: “Necesitamos un estandar de información común”. ¿Y eso qué es lo que es, listos? Soy Tony, el anfitrion, y necesitamos mensajes que se entiendan. Hay mucha prensa fuera. “Pues di que hasta 2016 aplazamos esta historia”. “No, hasta 2018”. “Pásame el vino”. Bueno, vale, pues hasta 2017, ¿os parece? Mientras tanto no hacemos nada. Total, seguimos mandando. Somos del G20.