álava dibuja un mapa político sustancialmente distinto al actual en el sondeo de intención de voto difundido ayer por el gabinete de prospecciones sociológicas del Gobierno Vasco, que confirma, a su vez, la misma tendencia que también apuntó la encuesta de Gizaker publicada por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA hace apenas mes y medio. Ambos sociómetros revelan que la batalla electoral en Vitoria se dilucidará en un puñado de votos entre el PP de Javier Maroto y el PNV de Gorka Urtaran, seguidos muy de cerca por Bildu, prácticamente en situación de empate técnico en la pole position con una ligera ventaja en favor de los jeltzales. Así como también ambos sondeos auguran el hundimiento de los populares en Araba y el pulso en la pugna por la Diputación entre PNV y Bildu. Tanto en Gasteiz como en el territorio se produce una irrupción significativa de Podemos, que aunque no concurriera al final con esta marca, su tirón social podría ser capitalizado por plataformas similares. Donde la formación de Pablo Iglesias sí rompe el mapa electoral es en el conjunto del Estado al lograr la expectativa de dar un vuelco electoral sin precedentes en la encuesta del CIS. La prospección que la agencia dependiente del Gobierno central publicó también ayer -y que tanto nerviosismo ha provocado en las filas de PP y PSOE- sitúa a Podemos como primera fuerza política en intención de voto directo -es decir, quien ya tiene claro que hoy les votaría-, mientras que la estimación ponderada -una herramienta habitual que calcula el voto no declarado o dubitativo- matiza este sorpasso dejándoles detrás de PP y PSOE. En cualquier caso, la diferencia entre las tres fuerzas es escasa y, sobre todo, la tendencia del CIS evidencia la quiebra del régimen bipartidista. El acusado desgaste de los dos grandes partidos tiene también una clara traslación a Euskadi -donde el PNV logra ser lista más votada en los tres territorios y apenas acusa el desgaste de gobierno- y en Álava, donde la suma de populares y socialistas ya no es garantía de gobernabilidad y la iniciativa política recae en los jeltzales y Bildu, salvo en la Alcaldía de Vitoria, donde la marca PP de Maroto salva los muebles y dependerá de la capacidad de movilización de los nacionalistas. En definitiva, las encuestas avanzan giros relevantes en el mapa electoral.