Dos mujeres por la Herrería. Vamos a dejar de lado la edad. “Pero que te estoy diciendo que Mariví se cayo”. “Ya, ¿y se levantó?”. “Sí”. “Pues ya está”. No escuché más. Seguramente Mariví se metiese una leche de consideración y hoy tenga unos buenos moratones, pero a veces los problemas tienen fácil solución para algunos. Si se levantó, qué más quieres contarme. En realidad, gran parte de lo que nos pasa cada día sigue la misma tónica. Hecho y primera consecuencia. Lo anterior y lo siguiente puede que a veces tengan sitio, pero la mayoría de las ocasiones no. Claro, así nos va. Estamos perdidos y a encontrarnos tampoco ayuda el ruido exterior, y a veces interior, que nos acompaña. Por eso no es que no queramos ir más allá, es que no podemos. Que decía aquel, el rollo de siempre. Por eso magnificamos (en esto los periodistas somos expertos) algunas situaciones o declaraciones, casi siempre relacionadas con los políticos. Damos demasiada importancia a lo que realmente no es más que un cebo propagandístico sin saber responder en estos casos que si Mariví se cayó pero se levantó después, qué más quieres. Hay que saber distinguir porque cada situación requiere de una respuesta distinta. Y lo relevante muchas veces se nos escapa.