los astrofísicos sorprenden de cuando en vez con asombrosos descubrimientos sobre el universo o nos encandilan con explicaciones fascinantes, pero en el más acá los mortales nos solemos quedar con apenas dos o tres nociones básicas que nos sirven para andar por casa. Así, resulta muy ilustrativo pensar en estrellas, planetas y satélites en un campo gravitatorio que bien podría aplicarse a los grupos humanos del mundo de la política, de la empresa, del deporte o incluso en las relaciones sociales, y piensen si no en cualquier organización de este tipo, en sus presidentes y en los dirigentes que les rodean. Lo importante es ubicarse en una u otra órbita -procurando apuntarse siempre a astro ganador- y, como los planetas, girar alrededor de alguna rutilante estrella, pudiendo tener a su vez pequeños satélites bailando alrededor. Conviene estar cerca, pero cuanta menos distancia, la atracción de la gravedad es más fuerte y los planetas o satélites pierden libertad de movimiento. Y el cosmos cobra así sentido. Por eso resulta tan sugerente que los astrónomos acaben de descubrir un nuevo planeta flotando libremente y a su bola por el universo, sin orbitar alrededor de ninguna estrella, según han publicado en la revista Astrophysical Journal Letters. Un caso insólito que tiene a los científicos alucinados. De momento, al planeta libertario lo han bautizado como PSO J318.5-22, un nombre nada comercial, ciertamente. Pero quizás estemos ante el último héroe de la galaxia desarrollada occidental. ¿Quién no quisiera ser PSO J318.5-22 una temporada?