el diputado general no tiene quien le escriba. Como en la célebre novela de García Márquez, acuciado por las estrecheces presupuestarias que le vuelve a imponer otra caída de la recaudación fiscal y sin margen de maniobra, el mandatario popular alavés Javier de Andrés se queda a la espera. Y al margen del escenario de negociación abierto por PNV y PSE en Euskadi, al que sí está llamando a la puerta, sin embago, la dirección del PP vasco que preside Arantza Quiroga para hacerse un hueco. Hoy mismo jeltzales y socialistas rubrican su reforma fiscal y casi a la misma hora, el diputado general alavés va por libre escenificando en Artium una pretendida alternativa para bajar impuestos. Sin interlocución -ni siquiera una mínima complicidad- con ningún otro grupo en las Juntas Generales de Álava para consensuar acciones de gobierno -más allá de racanear una prórroga presupuestaria- a diferencia de las alianzas de estabilidad tejidas por su compañero el alcalde Javier Maroto con los jeltzales o el lehendakari Iñigo Urkullu con los socialistas. Sin capacidad de iniciativa al frente de un gobierno foral que en dos años se ha caracterizado por la parálisis y los recortes en todas las áreas -incluida la inversión- sin haber puesto en marcha un solo proyecto de impulso socioeconómico, más allá de un paquete de reducciones fiscales que ahondará aún más en la caída de la recaudación, aproximadamente en unos 5 millones de euros. Y con notorias carencias de comunicación ante la sociedad alavesa, más allá de la cantinela de la austeridad y de confiar pasivamente su suerte a un cambio de ciclo económico, Javier de Andrés, como el coronel, sigue a la espera de una carta política. En este contexto, la única iniciativa de su gabinete al inicio del curso político ha sido convocar para hoy un acto de marketing en el centro de arte contemporáneo gasteiztarra con el fin de ponerle lazo a una política de reactivación que en realidad no existe. Las estrategias de impulso a la economía vasca, la apuesta por apuntalar los servicios públicos, el fomento del empleo y abordar una reforma fiscal son los principales capítulos que PNV y PSE ponen hoy sobre la mesa. Pero estos debates le pillan a De Andrés con el paso cambiado y de fiesta en Artium.