leo que la comisión de expertos que valora las solicitudes de acceso al programa Ramón y Cajal ha rechazado la candidatura de Diego Martínez Santos porque no tiene el nivel necesario. Diego Martínez Santos es doctor en Física, actualmente trabaja en el Instituto de Física de Partículas de Holanda y acaba de ser premiado como mejor joven físico experimental de Europa por sus trabajos el LHCb del Gran Colisionador de Hadrones, que debe de ser el recopón de la baraja, perdonen mi ignorancia. Al parecer Diego ha sido reconocido por sus estudios sobre las desintegraciones de la partícula conocida como de la extraña belleza, hermoso nombre sin duda. Y Diego, un ejemplo de esa "movilidad exterior" que predica la entrañable ministra que lucha contra el paro a golpe de oración a la Virgen del Rocío, seguirá trabajando fuera de España porque, como todo el mundo sabe, en las latitudes subpirenáicas la única profesión con futuro es la de político de quinta o la de asesor, vía dedocracia, del político de quinta. Me he topado con esta noticia y he recordado que hace poco leí también que le había sido denegada la nacionalidad española al violinista Ara Malikian. El Ministerio de Justicia dio toda una retahíla de explicaciones de plazos y fechas, seguro que todo muy legal. Pero no pude evitar pensar la velocidad del rayo con la que parecen solventarse estos trámites cuando el interesado no es un músico de reconocido prestigio sino uno que se dedica al balompié o similar en algún magno club con posibles. Muy sintomático todo. Y muy deprimente.