LA coalición Euskal Herria Bildu confirmó ayer que presentará a Laura Mintegi como aspirante a lehendakari frente a la candidatura de Iñigo Urkullu en el pleno de investidura que tendrá lugar dentro de diez días en el Parlamento Vasco. Una decisión irreprochable desde el punto de vista democrático e institucional. Cualquier formación que ha recibido el aval ciudadano suficiente como para estar representada en la Cámara tiene derecho a presentarse ante el pleno y aspirar a presidir el Gobierno si obtiene la mayoría suficiente. Pero EH Bildu y Mintegi saben y reconocen públicamente que no tienen ese respaldo. Ni les interesa. No quieren disputar la Lehendakaritza a la primera fuerza en las elecciones sino simplemente hacer visible que defienden otro "modelo" y que "hay otra forma de hacer política". En realidad, la izquierda abertzale lleva más de treinta años intentando demostrar que hay "otra forma" de hacer política. Un modelo que ha fracasado de manera rotunda. Quizá por ello no hayan entendido aún el valor real, simbólico y democrático del Parlamento. No será esta la primera vez que la izquierda abertzale presente a un candidato a lehendakari. Ya lo hizo en 1987 en la investidura de José Antonio Ardanza, con el entonces preso Juan Carlos Yoldi dispuntándole el cargo para defender un modelo alternativo de país y reivindicar un modo muy distinto de hacer política, después de calificar en su discurso los escaños de la Cámara como "esas sucias poltronas". Afortunadamente, se ha avanzado mucho desde entonces y quienes rechazaban las "poltronas" ahora aspiran a dirigir esa misma institución. Pero queda claro que tanto antes como ahora se pretende realizar una utilización espuria del Parlamento y su sistema de funcionamiento para hacer una escenificación partidista y presentarse como "la" alternativa. Mintegi insistió ayer en que quieren mostrar que son una oferta distinta al "status quo". Los ciudadanos ya escucharon de forma profusa durante una larga campaña que EH Bildu era "otra forma de hacer política" y además Mintegi podría repetirlo durante la sesión de investidura en su turno de réplica a Urkullu. El Parlamento no está para repetir escenificaciones y distorsionar su funcionamiento. A no ser que se busque otra cosa.
- Multimedia
- Servicios
- Participación