Llegada la fiesta de nuestro santo Patrón, merece la pena aportar hechos o sucedidos poco conocidos. Aprovecho la ocasión para relatar uno de cierta gravedad, dada la personalidad del protagonista. El antiguo Seminario de Aguirre, junto a la Catedral de Santa María, cuyo Rectorado recaía en nuestro ilustre sacerdote y científico José Miguel de Barandiaran, publicaba la revista Gymnasium. En una última página de la misma, mediado el año 1932, se publicó la crónica de Luis de Ayala que recogía los actos a celebrar con motivo de la festividad de San Prudencio de Armentia, destacando su celebración a media asta: "No hay charanga, ni cohetes, ni txistularis. ¿La razón? El obispo de la Diócesis permanece en el destierro. Es justo el luto". Y así, de luto, dejó de existir Gymnasium. Dicho texto está sacado de la obra biográfica del patriarca de la cultura vasca, escrita por su sobrino Luis de Barandiaran Irizar.
Efectivamente, don Mateo Mujika Urrestarazu, obispo de nuestra Diócesis de Vitoria, había sido desterrado a Francia el 17 de mayo de 1931, país en que residió -La Puye (Poitiers)- hasta su regreso a casa el 12 de abril de 1933, autorizado por la misma República que lo había expulsado acusado de "excitar los ánimos en contra de la misma".