CÓMO está el patio. No sé si será efecto de la radiación de Fukushima, pero llevamos unos días festival del humor total. Ahí están los Castro, qué grandes, que se acaban de marcar un supercongreso de sucesión. Nivelazo. Contra todo pronóstico, Raúl Castro, el tapado de la carrera por el testigo de Fidel (Castro, claro) se ha hecho con la secretaría general. Al parecer, no han sido necesarias primarias, en un alarde de consenso, después de comprobar de primera mano la escabechina en la que se podía convertir el asunto tras asistir a un campamento político en Ferraz. Cachondos también los de la Federación de Fútbol, a todo trapo con la megafonía de Mestalla para que los pitidos no empañen el momento himno, que a la pobre Rita Barberá le han tenido que reventar los corchetes del sujetador con semejante onda expansiva patria. Enorme también el tipo este finlandés auténtico, Timo Soini. Si no fuese porque da miedo hasta tendría su gracia. El figura quiere cepillarse por la vía rápida el rescate a Portugal porque "los nórdicos no podemos financiar las fiestas de los europeos del sur". ¿Qué fiestas? ¿Las de Berlusconi? Es más, ¿hay un ránking de despreciables nacionalidades inferiores en función de la latitud? Según Soini, por ejemplo, ¿vale más un italiano que un portugués? ¿Qué opina de todo esto la hija de Le Pen? ¿Es Sarkozy un europeo del sur? Porque Francia tiene costa mediterránea. Que yo me vaya aclarando ¿un francés mola más que un italiano, pero menos que un alemán? En fin, echémosle sentido del humor. Eso que les falta a otros. Buenas vacaciones.