La irrupción de Sortu ha revolucionado todo el conglomerado político vasco. Hay quienes no son partidarios de frentismos, otros que no ven con buenos ojos que la oferta de izquierda abertzale sea la de Batasuna. Independientemente de las distintas interpretaciones que cada uno hagamos, sólo debería existir una única realidad: el deseo unánime de que todos podamos competir en el terreno político en igualdad de condiciones, sin estar más pendientes de dar la imagen que los demás desean de nosotros. (...)

Los dirigentes del sector independentista parece que se reservan el momento de dar un paso mas en función de las exigencias judiciales a Sortu. Con esta manera de proceder, lo único que hacen es dar la sensación de que se actúa y se avanza más en función de las exigencias que de convencimiento propio en el nuevo proyecto democrático. Me llama también mucho la atención el hecho de que todo esto haya sido presentado con un margen de tiempo tan corto, cuando en mayo son las próximas elecciones y disponíais de todo el tiempo pasado podía haberlo hecho. Más de uno puede pensar, y ya lo ha hecho en la persona del Sr. Basagoiti, de que todo esto no es más que un intento para volver a ser legales como fin último. A ETA deciros que lo largo de cincuenta años habéis cortado muchas flores, pero nunca habéis podido detener la primavera. Va siendo hora de prescindir, de una vez para siempre, de la imposición y recurráis a la razón, y el argumento.