LA previsible subida de tipos de interés por parte del BCE para el segundo semestre del 2011 (entre 0,25 y 0,5 puntos), debido al riesgo de un escenario inflacionista (2,2 % en los países de la Eurozona en el 2010), tendría un inmediato impacto en hipotecas y préstamos bancarios, consiguiente asfixia económica de amplias capas sociales, y un dramático aumento de la morosidad y los embargos de viviendas y locales comerciales, lo que aunado con la inevitable depreciación del euro frente al dólar debido a los problemas de deuda soberana de los países fleco de la Eurozona (PIGS y emergentes), podría dar lugar en España a episodios de estanflación (inflación desbocada y crecimiento del 0,5 % del PIB ).
Aunado con la brutal reestructuración de sectores básicos de la economía, provocará incrementos de las tasas de paro hasta niveles desconocidos desde la postguerra española (estimaciones del 21 % para el 2011), y un riesgo evidente de doble recesión en la economía española, lo que aplazaría sine die el regreso a sendas de crecimiento positivo de la economía española, rememorando la década perdida de la economía japonesa.
La subida de tipos del BCE originará que el Euribor prosiga su escalada en 2011 (cuota mensual de febrero en el 1,670), lo que aunado con el previsible endurecimiento de las condiciones de los futuros préstamos bancarios (con la implantación de un gravamen para las futuras hipotecas de 1,5-2 puntos por encima del Euribor), conllevará incrementos de las tasas de morosidad hasta al 7% para el 2011 y al severo estancamiento del mercado inmobiliario.
Según el Banco de España, la tasa de morosidad del sistema financiero español se situó en abril de 2010 en el 5,49%, y el volumen de créditos de dudoso cobro del conjunto del sector financiero rozó los 100.000 millones de euros (un aumento cercano al 20%), y respecto a los embargos, a fines de 2010 se contaban cerca de 100.000 ejecuciones judiciales, quedándose los bancos con cerca del 50%, por lo que las entidades bancarias intentarán mediante subastas y la creación de sociedades de gestión de activos inmobiliarios dar salida a los pisos embargados que acumularán en sus carteras (considerados bienes ilíquidos), lo que originará drásticas caídas de los precios de los inmuebles, que se moverían en la horquilla del 20% al 60% respecto al 2007 según estimaciones del BBVA y The Economist.
Asimismo, asistiremos a la sustitución de la obsesión de la vivienda propia por la cruda realidad del alquiler compartido (según una encuesta de Pisos.com, en el 2010 habría aumentado la oferta de viviendas en alquiler del 13 al 20 %) debido a las subidas previstas del euríbor para el 2011 y del previsible endurecimiento de las condiciones de los futuros préstamos bancarios, pues los bancos y cajas estarán salvaguardados por la llamada cláusula de blindaje de las hipotecas.
A ello se añadirá la revitalización de los cascos antiguos y centros urbanos de las ciudades en detrimento de los barrios periféricos, motivado por la falta de liquidez de las arcas municipales ( fruto de la ya mencionada desertización comercial y de la profunda recesión del mercado inmobiliario), que conllevará el subsiguiente endeudamiento crónico de los ayuntamientos (según el Banco de España, la deuda conjunta de ayuntamientos, mancomunidades, diputaciones, cabildos y consejos sumaba 34.594 millones de euros al cierre del cuarto trimestre de 2009 y más del 80% 28.770 millones) correspondía a los ayuntamientos y mancomunidades.