RESULTA sintomático que el pacto para la reforma de las pensiones de Gobierno, patronal y los sindicatos CCOO y UGT se firme justo el día en que el Inem contabiliza el peor dato de paro de la serie histórica desde 1996, poniendo en duda, por cierto, el impacto de la otra reforma, la laboral, que se aprobó hace medio año. Pero valoraciones generales al margen, el escenario que las cifras de desempleo de enero han dibujado sobre el territorio alavés resulta ciertamente desalentador en este arranque de 2011. 21.916 parados, 1.552 más que en diciembre, un incremento del 7,52% que duplica de largo la media estatal y supera ampliamente la vasca, lo que sugiere que el tradicional efecto de finalización de contratos estacionales en servicios -relacionados con la campaña navideña- no es el único que ha minado el mercado laboral alavés, aunque ciertamente es este sector el que más nombres ha inscrito en las listas del paro. Un dato "sin precedentes en la historia reciente alavesa", según CCOO porque, efectivamente, hay que remontarse 13 años atrás para encontrar cifras absolutas equivalentes, y que se acompaña de otro no menos grave: la Seguridad Social perdió en Álava en enero 2.200 afiliados. Este telón de fondo casa mal con los atisbos positivos que en las últimas semanas distintas instancias políticas y económicas del territorio han ido ofreciendo. Según el último informe de coyuntura de la Diputación de Álava, publicado la semana pasada, la recaudación fiscal creció en 2010 un 9,5%, el PIB del último trimestre aumentó un 2,9% con respecto al año anterior -siendo el segundo trimestre con saldo positivo tras cinco consecutivos con tasas negativas- y el Índice de Producción Industrial para los once primeros meses experimentó un crecimiento acumulado del 9%. Todo esto denota una "mejoría moderada" de la actividad económica, pero la evidencia es que esa mayor o menor revitalización no parece encontrar reflejo alguno en el empleo. Ése es el gran reto institucional, sindical y empresarial: que los síntomas de recuperación tengan una traducción en el mercado laboral, que esos 21.916 alaveses perciban que esos conceptos macroeconómicos que parecen mejorar no son ajenos a su situación. Lo contrario es hacerse trampas al solitario.