SIGO dándole vueltas al tema éste de la crisis. Ya se lo comenté ayer. Hoy me asalta otra duda más, seguro que fruto de la ignorancia. Escuchaba esta mañana en la radio a un tipo de ésos que sabe algo de economía y hablaba sobre el curioso papel de los estados en esta crisis. No sé si se han fijado, pero el sistema financiero pide socorro al Estado cuando se ha caído con todo el equipo y luego ese mismo sistema financiero, que la ha cagado con fanfarria y confeti, se permite el lujo de dictar las políticas públicas y, toma ya, los estados obedecen sin rechistar. El tema es que el experto en cuestión recordaba que Irlanda, pese a cepillarse a 25.000 funcionarios y cercenar su sistema social -el Impuesto de Sociedades al 12,5% creo, ni tocar, a ver si algún empresario responsable se va a estresar-, ha garantizado el pago de su deuda. La deuda es eso que estos días está disparado en España, no les cuento en Irlanda, porque los mercados no se fían de que esos estados vayan a poder hacer frente a los intereses generados. Como no se fían, piden más interés por comprar deuda. Y como piden más interés, generan más desconfianza. Hasta ahí, la cosa tiene cierta lógica. Pregunta tonta: si Irlanda ha garantizado esos pagos -lo que significa en castellano antiguo que ya se encargará el Gobierno de turno de subir el IVA dos puntos o a reducir el subsidio de empleo o de mandar al paro a unos cuantos funcionarios más, tal y como han hecho ahora- ¿a qué viene esa desconfianza desbocada? Otra pregunta: ¿cuándo se van a dedicar los políticos a hacer política?