En la entrevista a José Antonio Ardanza que DNA publicó el domingo, donde el entrevistado decía "vino la ambulancia, que tardó mucho", lo que quería decir era "vino la ambulancia, que no tardó mucho". Ardanza quiere expresar públicamente su gratitud por la celeridad y diligencia con que actuaron los profesionales de los servicios de emergencia que le atendieron cuando sufrió un infarto, el pasado 3 de marzo.