cómo andan todavía por algunos sitios. Y no hablo de países atrasados o en los que impera el islamismo más ortodoxo. Hablo de una sociedad presuntamente avanzada como la estadounidense, aunque, por lo visto, todavía no lo es tanto. Unas doscientas mujeres han decidido manifestarse en topless, o sea con el pecho desnudo, en Los Ángeles para reclamar que les dejen tomar el sol así en la cercana playa de Venice. "Si ellos pueden, nosotras también", era el sencilla aunque lapidario lema que presidía una protesta aparentemente baladí, pero sólo aparentemente. Las contramanifestaciones no se hicieron esperar. De hecho, la jovial manifestación tuvo que ser custodiada estrechamente por la Policía para que la cosa no pasara a mayores. Los ciudadanos más pulcros y cristianos de Los Ángeles -¿o sería mejor decir retrógrados?- salieron al paso de las mujeres con pancartas alusivas a su actitud pervertida y del todo contraria a los valores religiosos. "Los pechos son para los niños y para los esposos", aducían los buenos contra las malas. Irrebatible argumento, ¿no creen? Yo soy de los que creen que los tabúes retuercen las mentes en lugar de protegerlas. Será deformación profesional, pero prefiero ver a alguien desnudo en la playa delante de mis hijos pequeños que a un tipo impecablemente vestido ofreciéndoles caramelos. Ustedes me entienden. La hipocresía es algo terrible. En USA ya se sabe que el sexo puede derribar presidentes. Aquí vamos más adelantados... al menos en eso.