Por parte del Partido Popular de Vitoria hay una proposición de recortar gastos en la campaña electoral pero sin suprimir acto alguno. Difícil solución. Supongo que los citados encuentros con sus afiliados y simpatizantes serán en locales más económicos al alquilarlos, en espacios públicos en los cuales sólo habría que solicitar un permiso municipal. La publicidad que nos acosa con carteles, cartas en los buzones, campaña móvil en vehículos etc. será igualmente reducida a fin de aminorar los gastos.

La propaganda electoral debería ser suprimida o limitada al espacio permitido, porque ahora toda la legislatura (especialmente el último año) es una campaña electoral. Y esto siempre ocurre con todos los partidos. Los del equipo de gobierno, porque tienen que defenderse de los ataques de la oposición y ésta porque está interesada sólo en unos comicios que puedan favorecerle en su momento.

La campaña electoral debería estar reflejada sólo en los medios de comunicación. Previstos unos debates, entre los candidatos en cada partido, tanto en la radio como en prensa escrita o en televisiones. Allí, con unos moderadores bien preparados, que cada uno defienda sus opciones.

Claro que hay aplausos y vítores en un mitin. Sólo están sus afiliados y simpatizantes. Cualquier candidato llena una plaza de toros, un polideportivo? con los suyos. Lo interesante es observar cómo se defiende cada uno de los participantes cuando enfrente tiene exclusivamente a sus oponentes.

Por eso todo ese dinero empleado en publicidad podría ser descontado cuando el Gobierno abona cada escaño. De esa forma los partidos no se endeudarían con los bancos. Y por supuesto, que las ayudas económicas que puedan recibir los partidos de sus simpatizantes o patrocinadores deberían ser públicas. Se juega mucho con el dinero opaco.

Y el ciudadano agradecería el no verse tan agobiado con tanta publicidad y campaña electoral.