La pobreza infantil tiene una escasa visibilidaden la sociedad y, en particular, en las políticas públicas. Faltanhechos y sobran papeles. Baste recordar que ninguno de los planes deinclusión en vigor (español, europeo, etc.) se ha puesto en marcha.Elmodelo de bienestar europeo sigue registrando un déficit importante enlo tocante a la protección de los menores, lo que explica lapersistencia de niveles elevados de pobreza. Investigaciones recientesdemuestran que los índices de pobreza alta y severa sonsignificativamente mayores en las primeras etapas de la vida y que elriesgo de exclusión económica es especialmente elevado en parejasjóvenes con tres o más hijos pequeños y en familias monoparentales.
Según la fundación para el Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (FOESSA) de Cáritas, el estancamientodel gasto social en menores que se produjo en España durante la décadade los 90 no se corrigió en posteriores etapas de bonanza económica yactualmente se mantiene por debajo de la media de la Unión Europea.Dehecho, la tasa española de pobreza infantil en 2007 fue de las máselevadas de la UE, hasta el punto de que alcanzaba a uno de cada cuatroniños y niñas. Entre España, Grecia, Italia y la zona de los BalcanesUNICEF contabiliza cerca de 17 millones de menores indigentes en Europa.
Porello, la Federación de Entidades de Atención y de Educación a laInfancia y la Adolescencia (FEDAIA) y Eurochild han lanzado la campaña Terminemos con la pobreza infantil ¡Ahora!,una iniciativa cuyo objetivo es recoger el mayor número de adhesionesantes del 31 de diciembre, así como exigir a los responsables políticosde la Unión Europea que conviertan la lucha contra la pobreza infantilen una prioridad política de primer orden.
Las cifrasson alarmantes y, lo que es peor, los estudios demuestran cómo lapobreza y la exclusión social se heredan de padres a hijos. Es decir,que en Europa se condena a uno de cada cinco niños a la marginación enla etapa adulta y esa condición se reproduce de una generación a otra.Como recuerda el presidente de FEDAIA, Jaume Culpés, la pobreza enniños con riesgo de exclusión social provoca enfermedades mentales yviolencia familiar. De ahí el reto de reclamar a las autoridadeseuropeas que se comprometan a reducir la pobreza infantil en un 50 porciento para el año 2015.
Por todo ello, desde el GrupoMunicipal del Partido Nacionalista Vasco os animamos para quecontactéis a través de Internet con dicha plataforma, registréisvuestras firmas y así podamos dar visibilidad y por lo tanto solución ala pobreza de muchos niños y niñas, que la única culpa que han tenidoes que sus mayores responsables no saben gestionar el mundo al que han venido.