Las fuerzas armadas de las ISAF -nombre dado al contingente de ejércitos de países pertenecientes a la OTAN que están en Afganistán- están avanzando hacia el sur para destruir los bastiones talibán en la región de Helmand. En esta ofensiva toman parte unidades del Ejército norteamericano, inglés y afgano, aunque no olvidemos que el Ejército español también forma parte, controlando la región de Herat y Qala-i-Naw.
Ante el fracaso de la primera campaña a principios de la década, ideada tras el atentado de las torres gemelas, vista por gran parte de la población afgana como una invasión extranjera, Obama ha pretendido cambiar la estrategia avanzando por tierra y ganándose la confianza de los afganos a su paso. Pero vemos que esta manera de idear la guerra es más propia de un cuento de Disney que de una realidad. Las tropas avanzan arrasando cultivos, poblaciones y condicionando totalmente la vida de sus habitantes. Por si fuera poco, este mismo lunes se ha vuelto a producir un nuevo error con otra treintena de civiles muertos en un bombardeo de la OTAN. Tal vez era a esto a lo que se referían al decir que querían ganarse el corazón de los afganos... y los intestinos y el cerebro.
La muerte de estos afganos también podría deberse a que le creyeron a Zapatero cuando niega que haya ninguna guerra en Afganistán, y que las tropas están allí sólo para ayudar a su población. Si seguimos esta lógica, lo que está ocurriendo estos días en Afganistán, la muerte de civiles, sólo pueden clasificarse como actos terroristas realizados por un grupo armado de la OTAN de la que forma parte el Gobierno español.
La paradoja aumenta cuando la ONU ha anunciado que lamenta esta muerte de inocentes, no condena, lamenta. Conociendo el juego de palabras interesado que se da en estas latitudes, nos preguntamos si se tomarán algún tipo de medidas; pero nos tememos que ni la Audiencia Nacional ilegalizará a la ONU, ni se arrestarán a los que están realizando estos asesinatos y sus colaboradores. Porque no nos gusta que se nos mienta, porque nos oponemos al envío de más tropas, y porque no queremos que se haga la guerra en nuestro nombre, ahora, como con Irak, exigimos al PSOE que retire las tropas de Afganistán.
La muerte de estos afganos también podría deberse a que le creyeron a Zapatero cuando niega que haya ninguna guerra en Afganistán, y que las tropas están allí sólo para ayudar a su población. Si seguimos esta lógica, lo que está ocurriendo estos días en Afganistán, la muerte de civiles, sólo pueden clasificarse como actos terroristas realizados por un grupo armado de la OTAN de la que forma parte el Gobierno español.
La paradoja aumenta cuando la ONU ha anunciado que lamenta esta muerte de inocentes, no condena, lamenta. Conociendo el juego de palabras interesado que se da en estas latitudes, nos preguntamos si se tomarán algún tipo de medidas; pero nos tememos que ni la Audiencia Nacional ilegalizará a la ONU, ni se arrestarán a los que están realizando estos asesinatos y sus colaboradores. Porque no nos gusta que se nos mienta, porque nos oponemos al envío de más tropas, y porque no queremos que se haga la guerra en nuestro nombre, ahora, como con Irak, exigimos al PSOE que retire las tropas de Afganistán.
La paradoja aumenta cuando la ONU ha anunciado que lamenta esta muerte de inocentes, no condena, lamenta. Conociendo el juego de palabras interesado que se da en estas latitudes, nos preguntamos si se tomarán algún tipo de medidas; pero nos tememos que ni la Audiencia Nacional ilegalizará a la ONU, ni se arrestarán a los que están realizando estos asesinatos y sus colaboradores. Porque no nos gusta que se nos mienta, porque nos oponemos al envío de más tropas, y porque no queremos que se haga la guerra en nuestro nombre, ahora, como con Irak, exigimos al PSOE que retire las tropas de Afganistán.
La paradoja aumenta cuando la ONU ha anunciado que lamenta esta muerte de inocentes, no condena, lamenta. Conociendo el juego de palabras interesado que se da en estas latitudes, nos preguntamos si se tomarán algún tipo de medidas; pero nos tememos que ni la Audiencia Nacional ilegalizará a la ONU, ni se arrestarán a los que están realizando estos asesinatos y sus colaboradores. Porque no nos gusta que se nos mienta, porque nos oponemos al envío de más tropas, y porque no queremos que se haga la guerra en nuestro nombre, ahora, como con Irak, exigimos al PSOE que retire las tropas de Afganistán.