Me pregunto qué hemos hecho los alaveses para merecer esto. Resulta que a corto plazo Álava va ha ser conocida por albergar a sólo 14 kilómetros de la capital de Euskadi uno de los centros carcelarios más importantes del mundo, con una población reclusa de unos 2.350 presos (entre la actual y la nueva).
¿Alguien ha pensado en los daños colaterales que para los alaveses y más concretamente para los vitorianos puede conllevar esto? Por lanzar alguno, se me ocurre pensar dónde pasarán esos reclusos sus ociosas horas de fin de semana que les den por buena conducta fuera del penal. Seguro que a ustedes se les ocurren más daños que los expuestos por mí o por la Diputación respecto al medio ambiente.