al hilo del artículo titulado Informes Veleia para un ciudadano de Carlos Bahillo, publicado en la tribuna de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el pasado 14 de diciembre, uno de los datos que apunta su autor hacia la falsedad es el "excesivo" y sorpresivo número de grafitos aparecidos. Antes del hallazgo de las cartas romanas de Vindolanda (Gran Bretaña), apenas había epigrafía casual en aquel yacimiento; tras ello los testimonios se multiplicaron de forma exponencial. Apenas se saben datos sobre el nivel real de alfabetización de las sociedades de la antigüedad. Pero, ¿quién hubiera pensado que un gremio tan marginal como la prostitución en la antigua Pompeya fuera capaz de producir abundantes ejemplos de expresión escrita en grafitos? Por cierto, que ya en tiempos de Nieto se localizaron 31 en Iruña-Veleia -pese a la radical selección del material recogido- y entre 1994 y 2004, unos 500.
Señala la incongruencia del uso de mayúsculas y minúsculas en los grafitos. A este respecto, en época romana ya se agrandaban las letras iniciales para destacarlas del resto del texto. Además, las letras minúsculas existen desde el siglo III d.C., con lo que se daban los elementos gráficos para el uso de mayúscula inicial seguida de minúscula. De hecho hay textos de cronología similar a la de los grafitos de Iruña donde se ve precisamente esto. Indica como letras no existentes en el alfabeto latino las semiconsonantes j ó w. Primero, no hay ninguna w en los grafitos y respecto a la j, letras similares gráficamente a la jota actual ya existían en época romana, e incluso Velázquez habla de la i longa romana como precedente de la misma, que es precisamente lo que tenemos en Iruña. En nuestros informes pueden verse grafitos y textos a tinta de otras partes del imperio romano con letras que son gráficamente como las jotas actuales, aunque lógicamente aún no se llamaran así.
Pone en duda, siguiendo a Joseba Lakarra, el uso de la k en eskondu o el de la qu en esquero. Habría que recordarle que la primera se usaba con normalidad en el latín de aquella época con bastantes palabras de procedencia no latina. Algunos siglos más tarde aparece en nombres de población como Kirku, Mizkina, Helkeguren, Okerruri, etc. de la Reja de San Millán (1025). La qu se usaba regularmente en latín y seguramente en esa época se transcribían por medio de ella los sonidos ke/ki. Además, hay que recordar que la primera frase en euskera documentada hasta los hallazgos (Glosas Emilianenses, del siglo X) dice jzioqui dugu. Y respecto a la z, aparece incluso en abecedarios de epigrafía monumental, y que se usaba en bastantes palabras en latín, y que también aparece en la Reja en multitud de topónimos como Hazua, Narbaiza o Mendoza.
Sobre la posibilidad o no de polit se ha escrito ya demasiado. Politus, -a, -um era de uso común en latín y no debe sorprender que un hablante bilingüe adoptara dicho préstamo. Sobre aros (no arosa), le remito a mi informe. Por lo que respecta a berdea, esa palabra no aparece en los grafitos, en todo caso ber, que podría ser, o no, el comienzo de dicha palabra.
Afirma el autor, siguiendo a Julio Núñez, que no hay sirenas hasta la Edad Media. Y es que no hay sirenas (que en la Antigüedad tenían cuerpo de ave) en los grafitos. En uno de ellos hay lo que pudiera ser una mujer con cola de pez. Está claro que no ha visto en los informes que este tipo de representaciones era muy habitual en las culturas del ámbito mediterráneo, ya incluso con anterioridad a los romanos.
Los peinados y perspectivas que señala como imposibles aparecen, y mucho, en iconografía romana. No ha entendido bien el tema de la cruz, puesto que ésta sí es un símbolo cristiano desde los primeros tiempos. Tampoco se ha fijado en las cruces -incluso vestidas- que aparecen documentadas ya desde el siglo I, ni ha leído bien el informe de Giuliano Volpe para la Comisión donde admite, a pesar de todo, que las hay en el V.
La aparición de signos de tipo jeroglífico en Iruña (usados en Egipto hasta el siglo IV), no es en modo alguno imposible, puesto que eran bien visibles en los monumentos egipcios y se pudieron copiar perfectamente, sin saber su significado. Si hubiera leído el informe de Ulrike Fritz lo hubiera comprobado, así como el hecho de que Nefertiti sería la transcripción del nombre a partir del griego, no del copto, como es lógico puesto que era la lengua culta del momento.
Con respecto a que los gráficos de Rubén Cerdán son simple copias del espectro de GANAAS, sin ánimo de defenderle, he de precisar que no es así. La parte derecha de los espectros es idéntica al espectro example.sp, pero la parte izquierda no, lo que indica que ha superpuesto otros datos.
En relación a los ex trabajadores y sus declaraciones, le remito a los escritos de Lurmen, donde quedan totalmente en entredicho.
El autor del citado artículo Carlos Bahillo asegura haberse leído todos los informes. Pues nadie lo diría. Creo que los aportados por Lurmen rebaten ampliamente los argumentos de los miembros de la Comisión. De todas maneras, habrán de ser los estudios físico-químicos los que digan la última palabra. Por tanto le invitaría a firmar el manifiesto que pide a la Administración que se hagan dichos estudios, para así confirmar o desmentir la veracidad de sus afirmaciones.