Benedicto XVI tiene 82 años y necesita adelantar la Misa del Gallo. Sabemos que el colegio cardenalicio no está muy contento con este Papa, por eso los disgustos que recibe, más que los años, son los que están mermando su capacidad de maniobra. Le puede quedar poco tiempo de vida, pero el mal que la Iglesia está recibiendo ya no tiene solución.
El negar la realidad científica de que no hay un principio creativo en el Universo, y que éste como energía que es no tiene principio ni fin, anula todas las ideas que fundamenta la Iglesia cristiana. Por lo cual no sólo se están haciendo daño, lo peor es que están haciendo daño al cristianismo, y de ello se aprovechan otras religiones e incluso el ateísmo, que pueden acusar de falso el cristianismo con toda clase de pruebas tanto teológicas como científicas.
La humanidad, en su mayoría, se mueven por creencias, ya que para el pueblo llano es muy difícil comprobar personalmente las ideas metafísicas. El haber mitificado a Cristo, para así poder dominar el rebaño desde una posición de privilegio con unos poderes inventados y falsos, durante años les ha dado resultados, pero de ahora en adelante eso ya no funciona en la sociedad. Las personas conocemos toda la falsedad en la que se basan estos traidores a Cristo y a sus hermanos. Por ello el tiempo se les acaba, no hay vuelta atrás sino desmitifican a Cristo elevando a toda la humanidad a ser cristos vivos, sin rebajar la divinidad del mismo el cristianismo desaparecerá, no sólo ellos. Podemos salvar el cristianismo llamando al pan, pan y al vino, vino, no carne y sangre de Jesús.