El acuerdo entre el PSOE, Izquierda Unida y ERC, con el beneplácito del PNV, ha permitido que, después de la votación registrada en la Comisión de Igualdad, la izquierda española haya materializado sus sueños abortistas. Con la nueva legislación no sólo se defiende la legalización del aborto libre, al tiempo que se fomenta la mentalidad abortista a través de la educación de los preadolescentes y la formación de los médicos y personal sanitario en general, sino que se va más allá al estigmatizar mediante presión legal a todos aquellos que ejercen su derecho a la objeción de conciencia. Se trata de la ley más inhumana y radical que se podía esperar. Pienso que ahora, a los que somos conscientes, nos toca seguir llevando a cabo las iniciativas a favor de la vida.