El Acto institucional de Homenaje y Reconocimiento a las víctimas celebrado en Vitoria, con representación de todas las asociaciones de víctimas, amén de la prohibición de homenajes a etarras, la retirada de fotos y la colocación de la bandera española junto a la ikurriña, muestra que estamos entrando en la normalidad. Muestra que estamos entrando en la normalidad porque después de 50 años de asesinatos, falta de libertad, de silencios y equidistancias, quienes gobiernan ahora, ya no comprenden ni defienden a ETA ni a sus secuaces, sino que se les persigue y por contra, se reconoce y alienta a las víctimas que lo fueron por defender la libertad de todos. Estamos saliendo de la anormalidad porque se ha apartado a quienes acallaban el sufrimiento para que no molestara su inmoralidad, porque la memoria de las víctimas, como dijo el lehendakari, es germen de libertad.
En el acto de reconocimiento y homenaje, cada una de las víctimas que intervinieron denunciaron el silencio, la pasividad y la falta de solidaridad de representantes políticos y de los ciudadanos en general. Por contra manifestaron que lo que más les alivia es ver a miles de personas apoyándoles y manifestándose en las calles. Agradecieron el acto y los apoyos recibidos. Hablaron de comprensión y de perdón; recordaron que el dolor no caduca. Pidieron que no se sigan cometiendo asesinatos y que no se olvide el drama y los sufrimientos vividos. Pidieron compromiso, comprensión, apoyo y consuelo; memoria, dignidad y justicia. Conseguir la normalidad y responder y corresponder a las víctimas, compete a todos o al menos a quienes están por la libertad y del lado de las víctimas y de los amenazados.