Hoy he vuelto a soñar o he vuelto a recordar lo que he soñado. He visto oscuridades, luces. He visto manos cerradas, abiertas. He visto insultos, lazos morados. He visto abrazos, guerras. He visto llantos, sueños... realidades. He visto el mundo. En un tablero de cartón soldados se han movido dirigidos por una fuerza superior. El país que han hundido ve arder carreteras. Sus calles huelen a sangre. He visto niños correr, detrás de balas hambrientas de terror. Jugando al buscaminas sin querer, buscando agua donde es prohibido beber.
En una casa de muñecas he visto manos cerradas, formando el puño del dolor. Ella no ha querido hablar. Como presa de su lobo, se ha dejado acariciar, brutalmente perdiendo lo que a nadie le pueden quitar. Su dignidad. Ha derramado lágrimas rojas de sus ojos azules, mientras otros, los de su vivo reflejo, en llanto desearían ciegos por una vez ser. Y a ella también, la que en pena pierde a un hijo mientras asesina la llama un pecador. Le he visto también a él. Tapándose los oídos de los ruidos del diablo. Imaginándose colores en un cielo azul claro. Evitando a aquel que dice que no es moral querer al ser amado. Y a ella también, intentando hacer conjugue de dos manzanas en el armario. También estaba allí la que hombre quiso nacer y el que mujer quiso ser. He visto criaturas repartir un pedazo de pan en pan en tres. Padres dejándose la vida para vivir a sus hijos ver. Hijos perdiendo el alma para a sus padres poder ayudar. Niños trabajando viendo sus sueños fracasar. Gente. He visto personas, humildes, decentes. Y luego te he visto a ti. He soñado que tus labios rozaba, que decías te quiero, susurrándome al oído que tenías ganas de verme, de besarme, de abrazarme, de quererme... de tenerme. Y después he despertado. He mirado al mundo y he descubierto que en todo aquello que vi, el único sueño eres tú, lo demás sigue siendo realidad...