Saber qué actitudes o comportamientos podemos aceptar de los demás y cómo priorizar nuestras propias necesidades son fundamentales para definir quiénes somos y cómo queremos vivir. De todo esto habla Tomás Navarro en Tus líneas rojas (Ed Zenith), un libro que ofrece herramientas de autodefensa emocional y explicaciones basadas en la psicología, así como ejemplos de casos. También presenta un sencillo método de tres pasos para trazar nuestras propias líneas rojas que se puede aplicar en el amor, el trabajo y la familia.
QUIÉN ES
Tomás Navarro es psicólogo y fundador de una consultoría y de un centro de bienestar emocional. En la actualidad reparte su tiempo entre la escritura técnica, la formación, la consultoría, las conferencias y los procesos de asesoramiento y coaching personal y profesional. Ha publicado con gran éxito Fortaleza emocional, Wabi sabi, Eres más fuerte de lo que crees y Kintsukuroi, un éxito de ventas en el mercado de derechos internacionales que ha sido traducido a más de treinta idiomas. Acaba de publicar Tus líneas rojas.
¿Cada vez hay más personas tóxicas?
A falta de datos, te diría que sí. Me gusta diferenciar entre rasgo y estado. Rasgo es característica de personalidad, hay un porcentaje de gente que es rubia, morena... y un porcentaje de personas que son muy tóxicas, gente que desde que se levantan hasta que se van a dormir fastidian a quien tengan al lado o abusan de ella. Por otro lado, hay personas que cuando las cosas se le ponen duras, porque han perdido el trabajo, o no pueden cambiar de coche cada año, o tienen un jefe que es un capullo y cada vez trabajan más y ganan menos... sacan su ira, su frustración y se convierten en tóxicas.
¿Estamos rodeados de ellas sin saberlo?
Sí, porque las personas tóxicas lo son, pero no son imbéciles ni tontas. Se las arreglan para pasar desapercibidas y que no se note lo que son.
¿Tenemos que protegernos de ellas?
Totalmente. Porque el buenismo se ha acabado. Esto no va de hacer el bien sin mirar a quien. Hay que analizar y protegerse de las personas tóxicas, porque la vida es muy larga y hay gente que quiere acabar con tus recursos. Con esas personas no tienes que hacer nada porque te van a estrujar al máximo, te harán la vida imposible para que no tengas momentos felices. Tenemos que relacionarnos con diferentes personas, pero con nuestros límites.
“El buenismo se ha acabado; no vale para nada”
¿Su libro es un manual de autodefensa personal frente a perfiles nocivos?
Propongo unas herramientas que no sirven para todo el mundo ni para todos los casos, pero muchas de las recomendaciones que doy sí les pueden ser de gran utilidad. Es un manual muy sencillo. A través de la guía se puede aprender a ser asertivo, a no sentirte mal cuando hay un conflicto, a aprender a decir no de manera contundente cuando tienes que hacerlo. Sabemos, porque está comprobado, que la gente que es capaz de marcar límites vive mejor.
¿Hay que aprender a saber decir ‘no’?
Claro. Si no sabes decir que no, llevas un cartel luminoso que atrae a todo tipo de parásitos. Se confunde a una persona que sabe decir que sí a todo con una persona simple, y la gente se aprovecha de ella. De alguien amable puedes esperar amabilidad y de una persona tóxica, toxicidad y abuso. No tiene que suponer ningún conflicto saber decir que no a tiempo. Nadie debe sentirse mal por querer gestionar su tiempo, sus discursos, aunque a otras personas no quieran que lo haga.
El método PAL:
Tomás Navarro propone este método para huir y enfrentarse a situaciones abusivas. ¿En qué consiste?
P de priorizarse. Es la base. Si no tienes claras tus prioridades no podrás tomar tus propias decisiones y vivirás conforme a las de otros. Te tienes que creer digno/a de merecer respeto. Un ejemplo: igual para tu madre es muy importante que vayas todos los domingos a comer a su casa y te agobia porque prefieres de vez en cuando hacer otros planes. Tienes que priorizar tus deseos y decirle que no vas sin sentirte culpable.
A de avisar. ¿Cómo avisar? Siguiendo el mismo ejemplo hay que explicarle: “Mira mamá, el domingo no podré ir porque voy a ir a otro sitio con mi hijo/a, o mis amigos, espero que lo entiendas y respetes mi voluntad”. Y si no lo comprende, aplicas la L.
L de limitar. ¿Cómo hay que limitar? De forma contundente e informando a tu madre de tu decisión. Suele ocurrir que cuando tienes que limitar es porque has actuado tarde. Además, hay que poner dosis de recuerdo con frecuencia, porque si aflojas, el perfil tóxico vuelve.
A través de la historia de Carla, una joven intoxicada por sus padres trata el tema de las familias tóxicas. ¿Era un tema tabú?
Hasta hace poco era bastante tabú. Y cuando vives con una familia tóxica también te tienes que apartar de ella. Yo he enviado a muchos chicos a estudiar fuera para apartarles de sus progenitores. Y a los que no tenían dinero los he mandado a trabajar a Disney o de camareros en algún crucero. Todo el mundo ha tenido un jefe capullo que le ha hecho la vida imposible, y ese jefe, cuando llega a casa ¿qué hace? Pues lo mismo que en el trabajo: fastidiar al máximo a los que le rodean. Los chicos y chicas que viven en ese entorno tienen que irse lo más pronto posible. También hay madres que de cara al exterior son muy majas, pero de puertas para dentro son un bicho. Son personas que te puede destrozar la vida por completo al inducirte a estar con una pareja que no quieres, a estudiar una carrera y tener un trabajo que odias... Por eso, hay que alejarse también de esas personas, aunque es más complicado por vivir cerca de ellas.
¿Las redes sociales provocan que exista más toxicidad?
En uno de los capítulos del libro hablo del autosabotaje que nos provocamos con las redes. Elegimos imágenes con filtros, como si fueran reales y esto para la autoestima es fatal, o pareces idiota porque eres el único que no está de vacaciones en Maldivas... Te estás comparado con elementos que, en la mayoría de los casos, no son reales. Es información sacada de contexto, y si la cogemos como absoluta, nos frustra. Por otro lado, a través de canciones de moda que lanzan mensajes machistas se normalizan situaciones tremendamente tóxicas. Sin embargo, las redes de por sí no son malas, porque nos ayudan en muchos sentidos, pero no estoy seguro de que sepamos utilizarlas bien.
¿Es difícil reconocer que estamos bajo el influjo de una persona tóxica?
Sí. He visto como le dan a una mujer un tortazo en público y escucharle decir que solo se lo pega su pareja cuando se lo merece y disculparle porque está bajo el influjo del estrés. Hay una especie de síndrome de Estocolmo para justificar lo injustificable. Por eso es muy importante el control externo. En Tus líneas rojas hablo de casos que son reales. Ello hace que mucha gente se vea reflejada en el libro.
¿Las relaciones de pareja sanas tienen que ver poco con el vasallaje?
En algún momento hemos confundido la sumisión con el amor. Esto ni de lejos es así. La relación tiene que ser algo bonito, divertido. Cuando te dicen que en tres semanas se han peleado tres veces tienen que dejarlo. Porque esto es el tráiler que te explica cómo será la película de su vida. Si al principio, cuando hay un velo de amor que lo cubre todo, hay problemas, imagínate luego.
¿Hay que escaparse también de las personas que van dando pena por la vida?
Exacto. Hay que escaparse a todo correr del lado de esas personas a las que siempre les sale todo mal en la vida. Hay que tener mucho cuidado con ellas, porque se puede tener mala suerte en una época, en el trabajo o con una inversión que has hecho, pero cuando una persona se presenta todo el rato como víctima... ¡Ojo con ella! No da muy buena espina, nos puede arruinar la vida.
“Pírate lo más lejos posible de una persona tóxica”
¿Quizás esté sola?
Sí, puede ser que tenga un problema de soledad, pero no te corresponde a ti sanarla, porque no vas a poder. Si te duele, a pesar de que tenga mil atenuantes, vas a acabar pasándolo mal, perdiendo la salud. Como tú no la vas a sanar, lo mejor que puedes hacer es darle el teléfono de un psicólogo o un psiquiatra y que vaya y le echen un cable. El buenismo, insisto, se ha acabado; no vale para nada.
¿Guías como esta tendrían que estar en los centros escolares?
Debieran de ser obligatorias en Bachillerato y en la ESO, porque para saber cómo relacionarnos a nivel social hacen falta herramientas. Las relaciones afectivas en las parejas, cómo detectar el chantaje emocional, el abuso... son temas que deben ser explicados de manera obligada entre los chicos y chicas para que sepan cuándo les están manipulando. Tus líneas rojas está siendo un libro muy regalado.
¿Por qué es muy regalado?
Porque es un libro que abre mucho los ojos y tranquiliza. Leyéndolo, mucha gente se da cuenta de que con su comportamiento no está haciendo nada malo. Y que psicológicamente es normal. A muchas personas, por decir que no, les han hecho creer que son egoístas, malas... Cosa que no es verdad. ¿Por qué va a ser más importante la necesidad de una persona que de otra?