Las canas casi siempre las hemos asociado a la tercera edad, y es que nueve de cada diez mujeres mayores tienen el pelo blanco, y aunque muchas se dan color para cubrirlas y así mostrar una imagen más jovial, cada vez están siendo más las que optan por dejar de utilizar tintes y mostrar un cabello canoso.
En la actualidad, esa decisión se ha visto agravada por un mayor número de personas de mediana edad. Si nos centramos en la parte estética, realmente esta opción es algo más que una moda traída de hace un par de años, es una decisión que no favorece a todas y una gran mayoría no cuidan el cabello blanco como requiere, proyectando una cana apagada y lo que es peor, amarillenta. Un cabello canoso se denomina noble cuando su tonalidad es grisácea o blanca, son los colores que vemos en los medios de televisión y prensa, incluso muchos personajes públicos han optado por dejarlas al descubierto en diferentes actos, como Andie Macdowell, quien nos sorprendió con una flamante melena rizada y canosa, una opción muy favorecedora.
Tipos de canas
Canicie prematura o juvenil. Esta es la aparición de la las primeras canas en personas menores de 20 años. Las razones pueden ser múltiples, desde alteraciones hormonales, falta de vitaminas cómo la B12 o el estrés.
Canicie fisiológica. Son las primeras canas que aparecen por el frontal. Normalmente por las sienes y posteriormente por la parte posterior de la cabeza hasta llegar al cerro del pelo. Son las canas que se asocian con la edad y el envejecimiento.
Poliosis. Son esos mechones blancos en forma de parche que aparecen localizados mientras que el resto del cabello continúa con su color natural. Normalmente se asocian a factores hereditarios y podemos encontrarlos por la cabeza, cejas e incluso pestañas.
Canicie anular. Son las canas que aparecen sueltas y repartidas por todo el cabello. Suelen mostrarse como brillos o reflejos, aclarando ópticamente el resto de la melena al fusionarse todos los pelos.
Pensemos que los cabellos canosos son en la mayoría de la veces más gruesos y recios que el resto del pelo, y eso dificulta el peinado y la definición del mismo, sobre todo si nuestra melena es rizada, dónde visiblemente obtenemos un peinado más encrespado. Es por ello que muchas mujeres se arrancan las primeras canas porque se las ven mucho, y es porque adquieren más volumen que el resto. Este es un grave error, puesto que el cabello nuevo seguirá siendo blanco y además crecerá tieso, y eso hará que se vea aún más al crecer. Además, también puede pasar que si lo arrancamos con fuerza, el folículo cicatrice evitando de nuevo su crecimiento y lo perdamos para siempre. Y pensémoslo bien, después de las primeras canas aparecen las segundas, y las terceras… así que mejor aprendamos a cuidarlas desde el principio para lucir una bonita y canosa melena.
El cuidado
En la actualidad son muchas las firmas que han enfocado sus últimos lanzamientos a este tipo de cabellos naturales, pero debemos tener en cuenta que un pelo canoso no requiere siempre de los llamados champús azules o de canas.
Lo primero que debemos saber es qué tipo de cana tenemos, si es más o menos porosa, puesto que eso hará que nuestro cabello absorba más pigmento azul, y en ese caso, debemos alternarlo con un champú de limpieza profunda o utilizar uno con pigmento violeta, que ayuda a blanquear y enfriar mas los tonos amarillentos sin apagar la luz natural. Para que los principios activos del champú puedan actuar en el cabello, es importante dejarlo unos minutos antes de su aclarado.
Además, podemos complementar el cuidado del pelo blanco con una mascarilla BC para canas, que además de nutrirlo y devolverle la luz, evitará el efecto encrespado volviéndolo mas sedoso.
En multitud de ocasiones, cuándo alguien tiene el pelo canoso y opta por cuidárselo, tan solo utiliza champú para canas sin percatarse que la cana va adquiriendo poco a pozo una tonalidad azulada, algo poco favorecedor. A veces eso ocurre porque en nuestro aseo tenemos una luz cálida que no nos deja apreciar bien el tono frío del cabello, y al salir a la calle no nos damos cuenta que el pelo tiene ese color. Pero lo mismo ocurre si nuestra luz es blanca, aunque al contrario, no nos deja apreciar el amarillo de la cana.