A lo largo de las páginas de la publicación de Cristina Martínez, el lector se va a sumergirse en la historia de Carla, una mujer que no se siente feliz con algunos aspectos de su vida. “Con ella descubrirá un montón de ejercicios que podrá poner en práctica para mejorar su autoestima y su estado de ánimo. El objetivo es hacer comprender que tu felicidad está en tus manos. Que hay que aprender a conocerse, valorarse y llevar una vida acorde a nuestros deseos. Porque ser feliz es urgente, así que no lo retrases ni un día más”, subraya sonriente la especialista.

QUIÉN ES

Cristina Martínez es doctora en Psicología cum laude, tiene más de veinte años de experiencia clínica en el ámbito público y el privado. Es fundadora y directora del Gabinet Psicològic Mataró, un centro de psicología, psiquiatría y neuropsicología formado por especialistas en salud mental. Actualmente cuenta con una fiel comunidad de seguidores en redes sociales, donde hace divulgación sobre psicología y crecimiento personal.  

Ser feliz es urgente. ¿Pero no puede suceder que esta urgencia nos lleve a no conseguir la felicidad?

No. El tema de la urgencia es para darle carácter de importancia, para incidir en que no tenemos que perder el tiempo pensando que la felicidad ya llegará más adelante; suelo pensar mucho en las mujeres cuando nos convertimos en madres.

¿Por qué?

Porque descuidamos muchas partes de nuestra vida al empeñarnos en ser solo madres, aunque nos haga felices. Pero al final la maternidad no es perfecta y pienso que está sobrevalorada, solo nos venden las cosas bonitas y positivas. Sin embargo, también existen otras alternativas. Y si no te dedicas a tus otras parcelas vitales con urgencia, sin duda, lo que tendrás es una suma de frustraciones, de angustias y demás que te restarán felicidad. 

Nuestro mundo está montado en las prisas, la eficacia, la competición. ¿Se puede plantear la felicidad como un desiderátum solo personal sin tener en cuenta estos condicionantes?

En absoluto, hay que tener en cuenta la sociedad en la que vivimos y el tipo de vida que tenemos. Indudablemente llevamos una existencia muy ajetreada: por ejemplo, las mujeres queremos llegar a todo, pero, así como hace unas pocas décadas la situación de la mujer estaba relegada al cuidado del hogar, ahora queremos hacer todo eso más ejercer nuestras carreras profesionales. Teniendo en cuenta estos condicionantes externos es importante aprender a sacar el máximo jugo de la experiencia de vivir y disfrutar, tanto de elaborar un buen informe en el trabajo como de cocinar un rico plato para cenar. Debemos de fomentar la capacidad de poner el foco en esas cosas que están bien de nuestro día a día y que, de alguna manera, hacen extraordinarias las experiencias ordinarias que vivimos constantemente.

"Creo que la maternidad no es perfecta, está sobrevalorada”

¿Cómo impacta el estado de ánimo en nuestra salud?

Está demostrado científicamente que las personas que son más felices viven más años y mejor, porque viven con menos enfermedades no solo mentales, sino también orgánicas. Así que imagínate lo importante que es que cuidemos de nuestras emociones para tener una mayor calidad de vida.

¿Qué entiende por felicidad?

Un estado en el que vas más allá de tener momentos buenos o malos; es un estado en el que uno se siente pleno y se siente orgulloso de la vida que tiene y de la persona que es. Una persona puede sentirse muy completa en las distintas áreas de su vida y tener en un momento dado un bajón porque ha tenido una discusión con el hijo. Pero esto no te resta felicidad. Otra cosa es que con tu hijo tengas una relación tan horrible que termines rompiendo la relación y eso te haga tan desdichado que afecte a tu estado de plenitud de una forma completa.

La psicóloga incluye en su libro estrategias utilizadas en su consulta desde hace dos décadas.

La psicóloga incluye en su libro estrategias utilizadas en su consulta desde hace dos décadas. Xavi García

Afirma en el diario de Carla que la felicidad está en sus manos. ¿Solo en sus manos?

En sus manos entendiendo que no son las cosas que vivimos, las cosas que nos suceden, las que explican de forma definitiva las cosas que sentimos. Porque fíjate, un mismo suceso vivido por dos personas diferentes probablemente tendrá distintas experiencias emocionales. Ante un evento traumático que cualquiera podría contemplar de forma negativa, una persona responderá con angustia, otra con rabia, otro con tristeza y otro con una ligera frustración.

¿Por qué hay reacciones tan distintas ante un mismo suceso?

Porque es la forma de interpretar aquello que nos ocurre, lo que, en definitiva, termina provocando nuestros estados emocionales. Así que me reitero en que Carla tiene la capacidad, al igual que todos nosotros, de decidir cómo sentirse: cambiando la forma de enfocar esa situación, tratando de generar pensamientos más racionales...

En Ser feliz es urgente anima a la auto-observación diciendo “No dejes tu bienestar en manos del azar”. ¿Pero no es el azar dónde has nacido, la formación recibida, la situación económica?  

Nacer en un entorno privilegiado facilita, pero no debemos olvidar que en el grupo de las personas ricas y bien posicionadas también hay muchas con depresión, que tienen trastornos de angustia, que tienen esquizofrenia, que sufren con sus estados de ánimo... Así que ni el dinero hace la felicidad ni el tener una familia que te quiere y te apoya; la felicidad es una combinación de todo. Lo que tiene un mayor peso específico es la capacidad que tenemos de regular nuestras emociones, la actitud con la que enfrentamos la vida. Y la capacidad de rehacernos y la capacidad de superar nuestros problemas que se nos presentan a lo largo de la vida.

¿Cuál es el camino que debemos tomar cuando nos dicen que no esperemos tanto de los demás y más de nosotros mismos? ¿Eso no puede ser el inicio de la frustración?

No. No es el principio de la frustración. Al contrario, cuanto menos esperas de los demás, todo aquello que recibes es un auténtico regalo. Y, por lo tanto, la frustración sería todo lo contrario de lo que experimentaríamos: agradecimiento, sorpresa... Cuando las expectativas son rígidas, exigentes o fijas es cuando nacen las emociones más perturbadoras.

"La persona feliz lucha por sus sueños, aunque no los consiga”

Tras la pandemia hay un afloramiento de publicaciones de búsqueda de la felicidad. ¿Tan tocados nos ha dejado?

Realmente nos dejó muy tocados y nos sirvió para darnos cuenta de que todos, absolutamente todos sentimos angustia de una forma que nos desestabiliza; todos podemos sentir una tristeza tan extrema que nos paraliza y nos bloquea. Entonces todos podemos sentir una incertidumbre difícil de gestionar. Y de alguna manera el poder hablar de las emociones, darnos cuenta de que no somos los únicos que sufrimos en silencio pienso que ayudó mucho a destigmatizar todo lo que acontece y que tiene que ver con la salud mental y los tratamientos psicológicos. De ahí la intensificación de las publicaciones y la de entender esto por parte de los lectores.

Desde un punto científico, ¿cuál es el resultado final?

El objetivo final de todo proceso terapéutico es que la persona que tenemos en la consulta o que lea este libro de autoayuda pueda trabajar para conseguir llevar una vida más acorde a sus valores. Uno no puede pasarse media vida en un trabajo que detesta, en una relación de pareja en la que se siente profundamente insatisfecho. Al final, en muchas sesiones de psicoterapia, por desgracia, el paciente quiere centrarse en el síntoma y en el problema. Por ejemplo, una vez resuelto un trastorno de ansiedad, lo ideal sería ir más allá y descubrir de dónde viene esa ansiedad. Porque al final las emociones nos dan mensajes de que hay algo en nuestra vida que no funciona como a nosotros nos gustaría o como nosotros necesitaríamos. Y reclaman nuestra atención para que nos pongamos en marcha. 

En su libro ofrece unas herramientas frente a los problemas de salud mental.

Efectivamente. Lo que he hecho en este libro ha sido realizar un resumen de todas las estrategias, ejercicios y técnicas psicológicas que vengo usando en mi consulta desde hace 20 años cuya eficacia está demostrada por los estudios científicos, pero además por mi propia experiencia. Y lo que he hecho es juntarlas todas en un mismo manual para que puedan servir de guía general, sin querer ser muy osada, como una Biblia para consultar cualquier dificultad ante cualquier problema que pueda experimentar.

Viviendo como vivimos bajo la égida de la economía, de la eficacia, de las redes, de la hiperinformación... ¿Podemos ser líderes de nuestra propia vida?

Claro. Al menos lo tenemos que intentar. La persona feliz es la que lucha por sus sueños y entiende que, aunque lucha, igual no los consigue. Pero, en la vida, en el trabajo por intentar buscar esas metas ya se va a encontrar orgulloso de haberlo intentado. Precisamente te sientes satisfecho por haber luchado, y si no lo has conseguido es porque no estaba en tus manos. No dependía completamente de ti, de tu trabajo.

¿El no saber gestionar bien las emociones es lo peor que nos hacemos a nosotros mismos?

El no tener conocimiento sobre emociones y su gestión sin duda es el gran problema que pienso que hay en la sociedad actual. Mis pacientes acuden a mí con unos problemas que, te prometo, a veces me pongo las manos en la cabeza. Cosas que, desde fuera, se ven como sencillas. Esto es culpa de la falta de educación emocional en nuestra sociedad; nos queda mucho por hacer, pero tanto en las escuelas como en casa. Tú puedes ser una persona absolutamente funcional, buena, feliz, pero no sabes transmitir a tus hijos esa felicidad. Las herramientas que vas a encontrar en el libro ayudarán a explicar a los hijos o a los amigos qué hacer para que quieran más, para que se valoren, sepan poner límites, etc. En definitiva, nos falta educación emocional.