Hay quien dice en los Estados Unidos de América que los Obama son el matrimonio perfecto. Y que todo lo que tocan lo convierten en oro. Desde que dejaron la Casa Blanca, Barack y Michelle se han convertido en una máquina de hacer dinero gracias a conferencias, acuerdos con Netflix y Spotify, y sus respectivas biografías. He aquí tres clarificadores ejemplos de ello: él cobra unos 700.000 dólares por charla (incluyendo transporte en avión privado y gastos de viaje), mientras que las malas lenguas señalan que Michelle llegó a pedir casi un millón de jugosos dólares por hora conferencial cuando su libro (Mi historia) estaba en su mejor momento. Por ello, el popular presidente y su familia han pasado de amasar 1,3 millones de dólares, que declararon cuando se establecieron en Washington, a los casi 140 millones actuales, según una estimación realizada por el medio GoBankingRates.

Y el éxito no para de sonreírles. Esta pasada semana, el expresidente de los Estados Unidos ha sido galardonado con uno de los premios de televisión más importantes del mundo: un Emmy. Y todo por su labor como narrador del documental Nuestros grandes parques nacionales (Our great national parks). Una preciosa producción, financiada por el propio político para la plataforma Netflix, que consta de un total de cinco episodios. En ella se detallan varios de los parques nacionales más bonitos del mundo, descritos con la inconfundible voz aterciopelada de Obama, de quien dicen los expertos que tiene la mejor oratoria del mundo (junto al exprimer ministro James Gordon Brown). 

Por cierto, cabe recordar que Barack Obama ha sido el presidente de Estados Unidos que ha creado más parques nacionales en su propio país. Aunque no es el primero que se hace con un Emmy. Dwight D. Eisenhower ya se llevó una distinción especial en 1956.