Ya tenemos candidato a mejor disco de pop alternativo internacional de 2023. Lo firma Romy Madley Croft, cantante y guitarrista de The xx, uno de los grupos británicos más excitantes de la última década y que protagonizó un Bilbao BBK Live para el recuerdo. Se titula Mid Air (Popstock!), supone su salida queer masiva del armario y, entre guiños evidentes a Everything but The Girl, nos muestra un viaje personal arrojado y valiente sobre el amor, la sexualidad no normativa y el hedonismo.

Lo hace con canciones que parten del pop pero que nos lanzan a la pista de baile. “Es un álbum sobre la celebración y la salvación en la pista”, explica Romy, que cuenta con colaboraciones como las de Jamie xx, Stuart Price y Fred Again.

El pop alternativo de la última década y media no sería el mismo sin canciones de The xx – trío que junto a Romy completan Oliver Sim y Jamie xx– como Intro, Angels, VCR, Cryslatised, Islands y On Hold, siempre melancólicas y cada vez más abiertas a la electrónica.

En barbecho discográfico desde hace siete años, sus miembros han ido poniendo en marcha proyectos individuales, siendo la vocalista la última en debutar en solitario aunque, ya antes, se había dedicado a la composición para estrellas como Dua Lipa y King Princess.

Romy, que empezó a pinchar en clubes queer londinenses cuando era adolescente, necesitó tiempo y arrojo para conocerse a sí misma y, dejando atrás posibles prejuicios, firmar un disco en el que desnudarse personal y artísticamente. “En cierto modo, es un álbum de salida del armario, aunque yo salí del armario en mi vida personal hace mucho tiempo, pero supongo que también es un álbum de superación: a través del dolor y la angustia, hacia la euforia”, resume.

Con la ayuda del productor Stuart Price, colaborador de Madonna, Kylie Minogue o Scissor Sisters, y arropada por su colega Jamie xx y el exitoso Fred Again.., artífice de la última vuelta a la pista de baile con pelotazos como Marea (we’ve lost dancing) y Turn On The Lights again, Romy firma un álbum de pop radiante y luminoso cuyo objetivo es llevarte a la pista de baile. Eso es Mid Air, cuyo título se refiere a esa ingravidez que se siente cuando alguien se sumerge en una nueva relación amorosa.

Superación y euforia

Álbum sobre el amor, el dolor, las relaciones, la identidad y la sexualidad, es una carta de amor a los clubes donde su autora encontró comunidad y conexión ante las preguntas que se hacía en su juventud. Su germen fue Loveher, canción que surgió de su asociación con Fred Again.. Este medio tiempo pop, que empieza con el verso “¿puedes subir la música?”, narraba la historia de una mujer que se enamora de otra. En el caso de Romy, la cineasta y fotógrafa Vic Lentaigne, autora de los personales vídeos de la cantante.

“Abrirme a mi sexualidad líricamente no siempre me ha parecido posible. Creí vital y liberador ser visible utilizando los pronombres ella y su. Siempre he buscado la representación queer en la corriente dominante; creo que la visibilidad puede ayudar a la aceptación, pero todavía siento que queda mucho camino por recorrer”.

Ya con confianza para cantar sobre “mi propia sexualidad”, Romy propone once canciones cuyo fin es transformar los sentimientos de introspección y soledad en otros desvergonzados, optimistas y esperanzadores. Y lo hace mediante un viaje musical y personal que se inicia titubeante y temeroso con Loveher y que nos zarandea con un pop dulce, de estribillos adhesivos, sencillos y claros, como sus ritmos electrónicos.

Cada canción podría ser un single, pero sobresalen One Last Try –“nunca conocí a nadie como tú”– con un estribillo imparable y sensual, y la unión de dos pelotazos rítmicos como Twice y I Did, esta última con un poderoso ritmo trance que te hará replantearte si estás vivo si no las bailas.

Solo se sitúan por encima Strong, con ese ritmo electrónico marcado y un riff de sintetizador mágico, y, sobre todo, Enjoy Your Life, con samplers de la nigeriana Oby Noyioha y del músico trans Beverly Glenn-Copeland.

Liberada ya, el viaje nos muestra a una Romy a quien ya no le importa reconocerlo: “No quiero ocultarlo… Creo que estoy enamorada, ella está en mi mente”, canta. Maridaje de pop y electrónica con la vista puesta en la euforia de la pista de baile. Tan simple y valiente como efectivo.