El pasado viernes Dani Martín anunciaba en sus redes sociales que se toma un descanso indefinido en el mundo de la música. “Acabar en La Riviera era necesario para mí, antes de volver a la realidad de ser Daniel, el que habita en su sofá, el que bebe vino, el que juega al fútbol mal, pero le pone el corazón. Tocar tierra. Nos vemos en unos años, sed felices. Pienso seguir siendo quien soy, sólo voy a mejorar como persona. Hasta luego, hasta siempre, hasta cuando surja de verdad. Gracias. Blackout”, eran las últimas palabras de un largo hilo que claramente sonaba a despedida temporal.

Pero sus palabras fueron malinterpretadas por diferentes medios. Algunos dijeron que abandonaba la música definitivamente, lo que llevó al exlíder de El canto del loco a publicar el domingo, recién levantado, un vídeo, con el título de “clickbait”, en el que aseguraba que “ni me retiro de la música ni me voy a meter en una cárcel para mejorar como persona. Últimamente hay un clickbait para sacar las cosas de contexto. ¿Que la noticia mola? Claro que mola, pero que la verdad de la noticia es otra también. Que no dejo la música. ¿Cómo voy a dejar yo la música? Me muero”.

Al día siguiente, el lunes, volvió a pasearse por las redes sociales para desmentir que su adiós temporal se deba a problemas de salud mental. “Una vez obligado a dejar la música, ya estoy aquí, donde me habéis mandado los del clickbait. Mucho respeto a las personas que sufren problemas de salud mental y un ‘ole’ por los que luchan cada día por ello. Y a los profesionales, por supuesto”.

Este martes ha insistido en el mismo tema, mostrando el siguiente titular de un periódico: “Dani Martín anuncia su retirada por problemas de salud mental”. El madrileño ha querido compartir una profunda y larga reflexión, que ha comenzado con unas fotos en las que aparece con una nariz de payaso. “Lo más bonito de todo, lo que sí me creo y más me siento, con respeto a esta profesión, es payaso. Mostrar lo que sientes, cómo te sientes: pequeño, sorprendido”.

Y ahondado en su decisión de parar. “La necesidad de tomar un tiempo para que puedas echar de menos lo que más te gusta, y para que también te echen de menos a los que les gusta lo que haces. Reconocerte quién eres como ejecutor de un instrumento, ser sincero contigo mismo, conocer tus limitaciones, ser consciente de lo que te gusta comer, tener ansiedad a veces, no tener equilibrio constante. Parece que todo eso junto, para algunos, es tener un problema de salud mental. Para mí, es tener la capacidad de contar cómo me siento, cómo estoy conmigo, qué me falta, qué me da igual y, sobre todo, sentirme cada día más feliz de ser capaz de compartirlo, en vez de estar contando las abdominales que soy capaz de hacer, que también me parece bien quien quiera hacerlo. No me interesa mostrar lo que poseo de manera material en mi vida, lo bien que me va. Prefiero enseñar mis sentimientos, mis miedos, mis errores, mis logros como persona…”.

El cantante no ha escondido sus problemas de salud mental, de los que ha hablado expresamente, y por eso no entiende que se frivolice con ellos. “Hace dos años y medio que me trato en el psiquiatra y os aseguro que estoy en mi mejor momento. Hay que tener cuidado cuando hablamos de salud mental a la ligera y sacamos conclusiones de la valentía de contar la verdad de cómo estamos los que tenemos un peso que varía, los que no somos perfectos, los que vemos esas imperfecciones y tratamos de mejorarlas trabajándonos día a día”.

Dani Martín asegura que no anunció su retirada para darse notoriedad. “No tengo la necesidad de hacer una llamada de atención diciendo que me voy de la música: sólo anuncié un ‘hasta luego’, un ‘blackout’ del lugar del que veníamos. No tengo esa necesidad, gracias a dios. Con absoluto respeto y queriendo zanjar esto, que es de todo menos importante: es una idiotez de una mota de polvo del universo. Eso somos”.

Y se despide con un mensaje directo a quienes manipulan sus palabras y a sus haters. “Salud y amor, y para los que estén frustrados, jodidos, llenos de ambición: mastúrbense más, vayan al teatro, abracen a sus seres queridos y dejen de joder. Salud y amor. Daniel”.