El sospechoso del asesinato de Charlie Kirk, entregado por su familia, había grabado mensajes de odio en las balas

Las autoridades de Estados Unidos han identificado a Tyler Robinson, un joven de 22 años residente en Utah, como el presunto autor del asesinato del activista y comentarista conservador Charlie Kirk, ocurrido el miércoles durante un evento en la Universidad Utah Valley. Robinson fue detenido la noche del jueves en St. George, cerca del Parque Nacional de Zion, después de que su propia familia facilitara su entrega a las fuerzas de seguridad.

El gobernador de Utah, Spencer Cox, explicó que un familiar del sospechoso contactó a un amigo de la familia, quien a su vez alertó a la oficina del sheriff en el condado de Washington. Según fuentes citadas por la CNN, fue el propio padre de Robinson quien lo identificó en las fotografías difundidas por el FBI y buscó la ayuda de un pastor religioso para convencerle de entregarse.

Mensajes grabados en la munición

Robinson había mostrado en los últimos años un creciente rechazo hacia las ideas de Kirk y, en conversaciones con su entorno, llegó a mencionar el fusil con el que presuntamente perpetró el crimen, un rifle de cerrojo calibre .30, habitualmente usado para la caza.

Los investigadores recuperaron el arma y confirmaron que las balas estaban grabadas con inscripciones como “Hey, fascista, ¡cógelo!”, frases de la canción partisana Bella Ciaoo mensajes ofensivos como “Si puedes leer esto, eres gay jajaja”.

Robinson permanece bajo custodia de las autoridades locales y federales, a la espera de enfrentar cargos por el asesinato, mientras la investigación sigue abierta para esclarecer todos los detalles del crimen.

Un asesinato durante un debate universitario

Charlie Kirk, de 31 años y padre de dos hijos, era conocido por fundar la organización conservadora Turning Point USA y mantenía una estrecha relación con el expresidente Donald Trump, quien anunció que le concederá a título póstumo la Medalla Presidencial de la Libertad.

En el ataque, el activista recibió un disparo en el cuello mientras participaba en un debate con estudiantes en el campus de Orem. En un primer momento, dos personas fueron detenidas por error, pero posteriormente liberadas al comprobarse que no tenían relación con el caso.