El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha afirmado este jueves que si los países occidentales levantan el veto a las armas de largo alcance para que Ucrania pueda atacar territorio ruso esto supondrá "la participación directa" de los países de la OTAN en el conflicto, por lo que Rusia estará "en guerra" con Occidente.

"Los países de la OTAN ahora no sólo están discutiendo el posible uso por parte de Kiev de armas occidentales de largo alcance, sino que están tomando la decisión de involucrarse directamente en el conflicto ucraniano o no", ha subrayado en declaraciones a la prensa.

Putin ha recordado que, en caso de que esto pase, "la esencia misma" del conflicto habrá cambiado. "Tomaremos las decisiones adecuadas en función de las amenazas que se creen contra nosotros", ha señalado, según ha recogido la agencia de noticias TASS.

Asimismo, el mandatario ha indicado que este armamento occidental solo puede ser utilizado "por personal militar de los países de la OTAN" y que Ucrania no puede atacar territorio ruso sin los satélites de la Unión Europea o de Estados Unidos.

Sus palabras se producen después de que el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, haya asegurado esta misma mañana que la decisión de autorizar a Kiev a usar este tipo de armamento "se tomó hace mucho tiempo y ahora simplemente están intentando formalizarla en el espacio público".

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, elogió en la víspera el "apoyo constante y fuerte" de los principales socios de Kiev durante una reunión conjunta con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores británico, David Lammy.

Durante su encuentro, el mandatario insistió en la necesidad de que el país obtenga "lo antes posible" permiso para usar armas de largo alcance con el objetivo de atacar territorio ruso, una demanda que ha realizado en numerosas ocasiones en los últimos meses.