El representante permanente de Israel ante Naciones Unidas, Danny Danon, ha afirmado este martes que el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este miércoles para discutir la situación en torno a los rehenes en manos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas desde los ataques del 7 de octubre de 2023.

"Tras mi petición urgente, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá finalmente el miércoles por primera vez desde la masacre del 7 de octubre para mantener una discusión oficial sobre los rehenes", ha señalado Danon.

Críticas de Israel

Así, ha criticado que "es una desgracia que hayan sido necesarios once meses y la brutal ejecución de seis rehenes a manos de terroristas de Hamás para que el Consejo de Seguridad convoque finalmente esta discusión", al tiempo que ha dado las gracias Estados Unidos, Reino Unido y Francia por reclamar que tuviera lugar.

"El Consejo de Seguridad (de la ONU) debe condenar de forma inequívoca a esta organización terrorista similar a los nazis y reclamar la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes", ha zanjado el representante israelí ante el organismo internacional.

Hallazgo de seis cuerpos

La reunión tendrá lugar días después del hallazgo por parte de tropas israelíes de los cuerpos de seis rehenes en Gaza. Israel ha asegurado que todos ellos fueron ejecutados por Hamás, cuyo brazo armado, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, ha advertido de que una mayor presión militar equivale a "muerte y fracaso".

Asimismo, el portavoz del brazo armado del grupo, Abú Obeida, ha trasladado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la responsabilidad de la muerte de los rehenes y ha recalcado que se han dado nuevas instrucciones a los responsables de retener a los secuestrados sobre "cómo tratarlos" si las tropas de Israel se acercan a los lugares en los que se encuentran.

El Ejército de Israel lanzó una ofensiva contra Gaza tras los citados ataques del 7 de octubre, que se saldaron con unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados. La ofensiva deja hasta la fecha cerca de 40.800 palestinos muertos, según las autoridades gazatíes, una cifra a la que se suman más de 660 muertos en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas israelíes o colonos.