Los procesos de primarias llevados a cabo en los principales bloques políticos de México han dado como resultado la designación de dos mujeres como candidatas. Por parte de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, la elegida ha sido la exalcaldesa de la capital Claudia Sheinbaum, mientras que en el flanco opositor se ha erigido vencedora la senadora Xóchitl Gálvez.

Ambas representan a dos espectros políticos que parecen llamados a no encontrarse en México, pero también personifican la consolidación del ascenso femenino en la primera línea de la política de México. "Estoy feliz, en 2024 México tendrá su primera presidenta", celebró Gálvez tras conocer que tendría como rival a Sheinbaum y no al anterior ministro de Exteriores, Marcelo Ebrard, que no ha ocultado su malestar por el proceso interno en el partido Morena.

Sheinbaum, de 61 años, está considerada una estrecha colaboradora de López Obrador, con quien ya trabajó en la etapa del presidente como alcalde de la capital. De perfil discreto, aspira a capitalizar el amplio apoyo social con el que sigue gozando el partido gobernante y, 'a priori', los sondeos le sitúan como favorita de cara a la cita electoral de junio de 2024.

Ya en 2018 se convirtió en la primera mujer en ser alcaldesa de Ciudad de México, donde ha consolidado un perfil técnico que ahora quiere trasladar al principal cargo del país, en el que recae también la comandancia en jefe de las Fuerzas Armadas.

A falta de que el Movimiento Ciudadano termine de decidir si se presenta como tercera vía, con su propia candidatura presidencial, el frente opositor permanece aglutinado bajo la bandera del Frente Amplio, que con una tendencia conservadora engloba al Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Gálvez, contra López Obrador

El Frente Amplio culminó su proceso interno dando por vencedora a Gálvez, de 60 años. De familia mestiza, pasó de la empresa privada a formar parte en el año 2000 del Gobierno de Vicente Fox, para después continuar una carrera a nivel local que la llevó en 2018 a entrar en el Senado en representación del PAN.

Gálvez, hasta hace poco una relativa desconocida, ya ha firmado en las últimas semanas un éxito en el ámbito judicial, al lograr medidas cautelares para que López Obrador no pueda utilizar su altavoz político diario ante la prensa para criticar su campaña.

A principios de año, apenas una treintena de países tenían a mujeres como jefas de Estado o de Gobierno, según datos de ONU Mujeres. En el caso de México, que ya cuenta desde hace casi una década con una ley que promueve la paridad de género dentro de los partidos, todo apunta a que se unirá a la lista en 2024.