El director ejecutivo adjunto del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Carl Skau, ha calificado el fin de la iniciativa de granos del Mar Negro después de que Rusia terminara su compromiso como "lamentable" y ha advertido de que el mundo está entrando en un "bucle de desastre humanitario".

El representante del programa ha señalado que el colapso de estos acuerdos supone un "motivo de gran preocupación" ya que "el mundo necesita un acceso sin trabas a los principales suministros de alimentos".

"El PMA confió en la fuente de trigo de Ucrania, asequible, de alta calidad y con precios competitivos", ha recordado Skau, destacando que "a pesar de la guerra y gracias a este acuerdo, Ucrania siguió siendo el mayor proveedor de trigo del PMA en 2022".

En este sentido, desde el Programa Mundial de Alimentos han criticado que pese a las promesas del presidente ruso, Vladimir Putin, -realizadas en una cumbre celebrada a principios de semana- de suministrar cereales gratis a seis naciones africanas tras el fin de la iniciativa, el PMA "no ha estado en conversaciones con Rusia sobre ningún grano gratuito".

"Trabajamos en la recuperación total de costos, por lo que no brindamos servicios en especie a ningún país. Hasta ahora no nos han contactado para ninguna discusión de este tipo", ha agregado el director del PMA, quien ha explicado que la agencia de la ONU compra granos donde es más barato y más rápido para llegar a sus beneficiarios.   

UN "BUCLE FATAL HUMANITARIO"

Skau ha lamentado que el PMA hace "concesiones imposibles de priorizar la asistencia" en un contexto en el que "el hambre aguda está alcanzando niveles récord", pero que la agencia de la ONU está sufriendo "una crisis de financiación paralizante" que les obliga a "reducir la asistencia para salvar vidas tan pronto como sea posible".

"Menos financiamiento significa que el PMA se ve obligado a dejar de ayudar a las personas que solo están en la categoría de 'nivel de crisis', para poder salvar a aquellos que literalmente se mueren de hambre, la categoría de 'hambre catastrófica'", ha puntualizado el director del PMA.

"Estamos entrando en un círculo vicioso humanitario, donde salvamos a las personas que se mueren de hambre, a costa de que millones de personas caigan más cerca de esa misma categoría", ha añadido el funcionario. En esta situación, Skau ha hecho un llamamiento a los dirigentes internacionales para que den prioridad a la financiación de la respuesta humanitaria y aborden las causas fundamentales que provocan estas crisis.

Al menos 38 de las 86 operaciones del PMA han reducido o planean recortar los programas de asistencia alimentaria, entre ellos Afganistán, Siria, Palestina, Yemen y varios países de África Occidental.

Según la ONU, cerca de 345 millones de personas se encuentran en un estado agudo de inseguridad alimentaria y cientos de millones más corren el riesgo de empeorar el hambre debido a los impactos del cambio climático, los desastres naturales, el aumento de los precios de los alimentos, la desaceleración económica y los conflictos y la inseguridad.

Las autoridades rusas anunciaron el pasado 17 de julio el fin del acuerdo de exportación de grano iniciado en Estambul --con la mediación de las autoridades turcas y Naciones Unidas-- un año antes, en plena invasión rusa de Ucrania, tras denunciar incumplimientos por parte de Kiev. El pacto permitía exportar cereales ucranianos y productos agrícolas rusos a través de los puertos del mar Negro y del estrecho del Bósforo.