Las enfermeras afiliadas al sindicato británico Royal College of Nursing (RCN), mayoritario entre su profesión, anunciaron este viernes que rechazan la última oferta del Gobierno para incrementar su salario y convocaron un nuevo paro de 48 horas a partir del 30 de abril.

La mayoría de las enfermeras votaron en contra de un aumento de sueldo del 5% que aceptaron hoy, en cambio, cerca de 300.000 empleados del sistema públicos de salud afiliados al sindicato Unison.

Continúan asimismo sus paros los médicos residentes de la sanidad pública (NHS), que terminarán este el sábado por la mañana una huelga de cuatro días.

"Lo que se ha ofrecido, sencillamente, no es suficiente", declaró la secretaria general del RCN, Pat Cullen.

En una carta dirigida al ministro de Salud, Steve Barclay, Cullen señaló que el Gobierno "debe incrementar lo que ha puesto sobre la mesa".

"La crisis de nuestros sistemas sociales y sanitarios no se puede solucionar sin acciones significativas que atajen los acuciantes problemas para contratar y retener (enfermeras)", agregó la sindicalista, que recalcó que "las reuniones por sí solas no son suficientes para evitar huelgas" y será necesaria "una oferta mejorada tan pronto como sea posible".

Por contra, la portavoz de Unison Sara Gorton, que representa a trabajadores de ambulancias, algunas enfermeras y otros empleados sanitarios, aseguró que la oferta del Ejecutivo "era lo mejor que se podía lograr en una negociación".

"Durante las últimas semanas, los trabajadores sanitarios han evaluado lo que había sobre la mesa. Han optado por la certidumbre de obtener este dinero adicional en sus bolsillos pronto", afirmó Gorton.