Al menos seis personas han muerto y más de 760 han resultado heridas por un nuevo terremoto de magnitud 6,4 en la escala Richter que se ha producido durante la tarde de este lunes cerca de la frontera turco-siria, seguido de numerosas réplicas.

Las autoridades turcas han comunicado la muerte de seis personas, mientras que 294 personas se encuentran heridas, de ellas, 18 presentan pronóstico grave, según ha informado TRT Haber.

Cascos blancos

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, por su parte, ha notificado 470 heridos, incluidas personas que han saltado desde balcones o alcanzadas por cascotes. Hasta 320 lesionados corresponden a zonas controladas por el Gobierno sirio y 150 se han contabilizado en el noroeste del país.

La organización Defensa Civil Siria, conocida como 'cascos blancos', ha detallado que los civiles heridos --que cifra en más de 130-- presentan fracturas, contusiones, desmayos y pánico.

"Varios edificios han quedado dañados por el derrumbe de muros en las áreas afectadas. Nuestros equipos están trabajando para trasladar a los heridos a hospitales, inspeccionar las áreas afectadas, y apartar los escombros para abrir los caminos a peatones y ambulancias", reza un comunicado publicado en su perfil de Twitter.

Rescate

El ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, ha confirmado que hay operaciones de rescate en marcha en tres edificios. El ministro ha destacado que se han registrado 26 réplicas tras el primer terremoto de 6,4 de magnitud. "Repetimos la advertencia. No entren en edificios peligrosos. Hay mucho movimiento y puede ser muy peligroso", ha añadido Soylu.

Además se habrían derrumbado edificios dañados en Jindires y en Afrin y se ha informado de daños en edificaciones de Atarib. Las zonas más afectadas son las provincias de Idlib y Alepo.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) ha registrado el seísmo a tres kilómetros de la ciudad de Uzunbag, en la provincia de Hatay, a las 18.04 horas.

La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), dependiente del Ministerio del Interior turco, ha informado de dos seísmos de 6,4 y 5,8 de magnitud en Hatay separados por apenas tres minutos. "Nuestros equipos están en alerta y responden rápidamente a estas informaciones. Seguimos analizando los datos de campo", al tiempo que ha alertado de que no se debe entrar ni acercarse a los edificios dañados.

La AFAD ha emplazado a la ciudadanía a mantenerse alejada de la costa por precaución ante el riesgo de que se produzca una subida del nivel del mar de hasta 50 centímetros. Poco después se ha levantado la alerta de tsunami.

El gobernador de Hatay, Rahmi Dogan, se ha hecho eco de los nuevos seísmos, informa la agencia de noticias Anatolia.

Desde la provincia de Adana, su gobernador, Süleyman Elban, ha asegurado que no ha habido ningún derrumbe debido a estos nuevos terremotos a pesar de algunos rumores difundidos en redes sociales. En esa ciudad han sido evacuados en camillas algunos pacientes del Hospital Universitario de Balcali.

Estos nuevos seísmos han podido sentirse también en territorio sirio, concretamente en ciudades como Idlib, Alepo, Hama, Afrin, Azez, Jarablus, Tel Abiad. Igualmente se han sentido en Líbano, incluida su capital, Beirut, en Jordania, Irak, Israel, Palestina y Egipto.

El pasado 6 de febrero dos terremotos de 7,8 y 7,7 de magnitud en la escala de Richter causaron enormes daños en Turquía y Siria y se han cobrado, hasta el momento, la vida de más de 41.000 personas.