El gobernador de la administración regional ucraniana de Lugansk (este), Serhiy Haidai, denunció este domingo que las autoridades prorrusas de este territorio están manipulando los datos de participación del referendo de adhesión a Rusia que comenzó el viernes.

Haidai señaló en su cuenta de Telegram que según los organizadores de la consulta en la región del este de Ucrania, en las dos primeras jornadas se ha registrado un total de participación del 46%.

Sin embargo, afirmó, muchas ciudades han quedado prácticamente despobladas en el curso de la guerra y han perdido la mayor parte de su población, sin que exista un censo actualizado que pueda ser empleado para determinar el volumen del electorado.

"¿A qué población representan estos porcentajes, si aproximadamente 100.000 personas han abandonado Severodonetsk, es decir, el 90% de la población?" se interrogó, y planteó lo mismo con respecto a otras localidades, como Popasna.

Porcentaje

Es por ello que las autoridades prorrusas no anuncian el número total de personas que han participado en la votación, sino que solo informan acerca de un porcentaje, según el gobernador.

Entretanto, el Centro para el Combate de la Desinformación (CPD), dependiente del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa Ucraniano, informó de que en la región de Donetsk, las autoridades prorrusas obligaron a 57 prisioneros de guerra ucranianos a votar en el referendo de anexión.

Para darle visos de legalidad al procedimiento, las autoridades introdujeron una anotación en sus pasaportes en que se afirma que los portadores están empadronados en la autoproclamada República Popular de Donetsk y por ello tienen derecho a participar en la consulta.

Cuatro regiones ucranianas bajo control parcial ruso -Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia- celebran desde el viernes y hasta el próximo 27 de septiembre una votación sobre la adhesión de estos territorios a la Federación Rusa.

Las autoridades prorrusas están recurriendo a diversas tácticas de coacción para aumentar la participación en dichas consultas, según testimonios de residentes de estas regiones.

En varias zonas, las comisiones electorales acuden con las urnas a las viviendas en compañía de soldados armados o se presentan en los puestos de trabajo de los residentes para conminarles a participar.