Las autoridades de la autoproclamada república de Donetsk han adelantado este lunes que algunos de los prisioneros de la planta siderúrgica de Azovstal, incluidos aquellos que se rindieron, serán condenados a la pena de muerte.

Así lo ha hecho saber el titular del Ministerio de Justicia de Donetsk, Yuri Sirovatko, quien ha prometido que "se tomará una decisión justa sobre cada caso específico", en declaraciones a la agencia rusa Interfax. "Primero puedo decir que entre los que están bajo custodia, hay personas que recibirán la pena capital, ha comunicado Sirovatko, quien, por otro lado, ha recalcado que "todos los prisioneros de guerra se mantienen en condiciones dignas".

"Se les brindan tres comidas al día, atención médica y todo lo esencial", ha querido subrayar Sirovatko. Hace unos días fue uno de los portavoces del Gobierno de esta autoproclamada república, Viktor Gavrilov, quien adelantó que hay tres "mercenarios extranjeros" -dos británicos y uno marroquí- que pueden enfrentarse también a la pena capital por participar en las acciones del Ejército ucraniano.

Se trata de los británicos Sean Piner y Andrew Hill y el marroquí Sadun Brahim, capturados durante enfrentamientos en el Donbás en la primavera de 2022. Ellos forman parte de los casi 7.000 extranjeros procedentes de más de 60 países que participan del lado de Kiev en el conflicto, según apunta Rusia.

El pasado 20 de mayo, Rusia informó de la toma definitiva de la planta de Azovstal, último reducto de la resistencia ofrecida por las fuerzas ucranianas en la asediada ciudad de Mariúpol, situada a orillas del mar Azov, en un intento por cerrar la salida al mar de Ucrania y unir la región de Donbás con la península de Crimea, ambos bajo el paraguas del Kremlin.