- Ucrania inició ayer una contraofensiva en la región de Járkov e Izium en un intento de forzar al Ejército ruso a frenar el avance hacia Sloviansk y Kramatorsk, los principales bastiones del Ejército ucraniano en la región de Donetsk, donde busca asegurar el control del Donbás. “La contraofensiva ucraniana a lo largo de un amplio arco al norte y al este de la ciudad de Járkov ha ganado terreno”, constató a través de un análisis el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). Esto permitiría, según los analistas, repeler a las fuerzas rusas hasta una distancia que ponga a salvo a Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania.

El Ejército ucraniano intensificó sus acciones en el arco entre las ciudades de Járkov e Izium, donde según el Estado mayor, “el enemigo continúa bombardeando las posiciones de artillería” cerca de Járkov, mientras, las tropas rusas llevan a cabo misiones de exploración aérea por medio de drones en Izium.

Pese a ello, según el ISW, “la contraofensiva ucraniana al norte y el este de la ciudad de Járkov ha logrado avances en las últimas 24 horas”, lo cual le podría permitir expulsar a la artillería rusa en esa zona. Se trata de una operación dirigida a “asegurar un terreno clave e interrumpir las operaciones ofensivas rusas” en esta región.

Los militares ucranianos denunciaron que las fuerzas rusas volaron tres puentes en las localidades de Tsyrkuny y Rusky Tyshky, al nordeste de Járkov, con el objetivo de frenar la contraofensiva.

Pese a la ofensiva, el Estado mayor del Ejército ucraniano constató que “el enemigo no detiene la ofensiva (...) para establecer el control total sobre el territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk y mantener el corredor terrestre entre ellas y Crimea”. La entidad castrense aseguró que los militares ucranianos rechazaron hasta ocho ataques del Ejército ruso en este frente, durante los cuales destruyeron ocho tanques, siete piezas de artillería, siete vehículos blindados, entre otros equipos de combate.

Las fuerzas ucranianas tratan de evitar el cerco de las ciudades de Sloviansk y Kramatorsk, que podría concretarse gracias a un avance ruso desde el este, en momentos en que las milicias de la república popular de Lugansk fustigan Severodonetsk con apoyo del Ejército ruso.

El Estado mayor ucraniano constató que Rusia mantiene los ataques de artillería a lo largo del frente en las direcciones de Donetsk y Tavriya, mientras que los rusos “continúan bloqueando las unidades de las Fuerzas de Defensa en el área de la planta de Azovstal” en la ciudad portuaria de Mariúpol. En particular, denunció nuevos intentos de tomar por asalto la acería, algo que niega Moscú, al asegurar que solo busca mantener el bloqueo de los defensores de la planta.

Mientras, en el resto del país también se percibió el pulso de la guerra: las autoridades de Odesa, junto al Mar Negro, informaron de cuatro ataques rusos con misiles en los alrededores de la ciudad, seguidos de fuertes explosiones. Mikoláiv, también en el sur de Ucrania, fue atacada con misiles, un destino que compartió con Sumy.

Por su parte, según el mando militar ruso, la Fuerza Aeroespacial destruyó con misiles de alta precisión cinco zonas de concentración de equipamiento militar y fuerzas, además de un almacén de municiones en las cercanías de la localidad de Bajmut, en la región de Donetsk.

La aviación atacó 18 objetivos militares ucranianas, incluyendo dos puestos de control en la localidad de Skovoródnikovo de la región de Járkov, así como almacenes de armas y combustible en la localidad de Dáchnoye, en la región de Odesa, en el sur del país.

En ese contexto, las autoridades ucranianas denunciaron que en la ciudad de Jersón, controlada por el Ejército ruso, “los invasores están tomando una serie de medidas para asegurar las actividades de las fuerzas de ocupación rusas y apoyar el régimen de ocupación ruso”. Una tendencia que se observa también en las regiones del Donbás controladas por Rusia, donde las compañías telefónicas locales cambiaron ayer el prefijo de los números del +38 utilizado en Ucrania al +7 al uso en Rusia.

Unión Europea

Los embajadores de la Unión Europea se reunirán hoy para tratar de sacar adelante el sexto paquete de sanciones contra Rusia, en el que se prevé la prohibición a las importaciones de petróleo desde este país, aunque con un periodo de transición y excepciones a los socios más dependientes. El objetivo es salvar las reticencias de países como Hungría, Eslovaquia o República Checa.

Odesa y Sumy

Las autoridades de Odesa, junto al Mar Negro, informaron ayer de sucesivos ataques rusos con misiles en los alrededores de la ciudad, seguidos de fuertes explosiones, mientras que dos localidades de la región de Sumy, en el norte, fueron asimismo atacadas con misiles. Según un portavoz de la administración de Odesa, ayer cayeron cuatro misiles crucero en la ciudad, informó el portal Ukrinform.

Barco ruso

Las autoridades de Ucrania informaron ayer del hundimiento de un barco anfibio ruso frente a las costas de Odesa, en el sur, así como del derribo de un misil enemigo en la región de Poltaba, en el este del país. Junto con la nave rusa, las fuerzas ucranianas lograron derribar un dron de reconocimiento ruso en esa misma zona del Mar Negro, informaron fuentes de la autoridades de la región de Odesa. La defensa antiaérea ucraniana logró derribar asimismo un misil en Poltaba, donde el pasado mes los ataques rusos destruyeron una refinería de esa misma región

Bajas

El Ejército ruso destruyó en la región de Járkov, en el este de Ucrania, un importante arsenal de armas procedentes de EEUU y la Unión Europa y causó 280 bajas al Ejército ucraniano, según informó ayer el mando militar ruso.

“En la estación ferroviaria Bogodújov de la región de Járkov fue destruido un importante arsenal de equipamiento militar procedente de EEUU y la UE. A consecuencia de los ataques fueron aniquilados unos 280 nacionalistas y destruidos 48 equipos de combate”, señaló el portavoz de Defensa ruso, Igor Konashénkov.

Transnistria

Las autoridades del territorio moldavo separatista de Transnistria denunciaron ayer nuevos ataques perpetrados con drones de origen desconocido. Transnistria, territorio de apenas medio millón de habitantes, en su mayoría eslavos, rompió lazos con Moldavia tras un conflicto armado (1992-1993) en el que contó con ayuda rusa.