- El Gobierno de Finlandia prevé tensiones en su frontera con Rusia como consecuencia de un futuro ingreso en la OTAN, pero considera que mantener el statu quo en el contexto de la invasión rusa de Ucrania conlleva también riesgos. El Ejecutivo hizo esas consideraciones en la presentación ayer en el Eduskunta (Parlamento) de un libro blanco sobre los cambios en el entorno de seguridad a raíz de la invasión rusa de Ucrania, que servirá de base para el debate sobre el posible ingreso del país nórdico en la OTAN.

El informe no contiene propuestas, sino que simplemente ofrece un análisis en profundidad sobre los efectos de la invasión rusa de Ucrania en la política exterior, de seguridad y de defensa de Finlandia, así como sobre sus consecuencias económicas.

También trata cuestiones como las reservas estratégicas de suministros del país nórdico, la preparación civil y militar, la seguridad fronteriza y las potenciales amenazas híbridas.

El informe constata que el efecto más significativo de la posible membresía de Finlandia en la OTAN sería que el país nórdico pasaría a formar parte de la defensa colectiva de la Alianza y contaría con las garantías de seguridad que establece el artículo 5 sobre la defensa conjunta.

“El efecto preventivo de la defensa de Finlandia sería considerablemente mayor que en la actualidad, ya que detrás estarían las capacidades de toda la Alianza”, señala el texto.

No obstante, al mismo tiempo advierte de que una solicitud de ingreso podría tener consecuencias “a gran escala y difíciles de predecir”, entre ellas el aumento de las tensiones en la frontera entre Finlandia y Rusia, para las que el país debería prepararse. También advierte de los riesgos de mantener el actual statu quo y no reaccionar a la nueva situación tras el ataque ruso a Ucrania.

“En una situación en la que Rusia está tratando de construir su esfera de influencia mediante acuerdos y medios militares, la falta de reacción ante el cambio en el entorno de seguridad podría provocar un cambio en la posición internacional de Finlandia y una reducción de su margen de maniobra”, dice el documento.

Según fuentes del Eduskunta, está previsto que los partidos políticos debatan el contenido del libro blanco el próximo miércoles en sesión plenaria. Después, un comité parlamentario elegirá la opción que crea más conveniente para la seguridad de Finlandia y presentará una propuesta en el Eduskunta, donde será debatida y votada.

Si la tramitación sigue el curso habitual, el Ejecutivo y el presidente finlandés, Sauli Niinistö, propondrán a continuación la futura política de seguridad y defensa, que podría basarse en pedir el ingreso en la OTAN -lo más probable- o mantener la línea de no alineamiento. No obstante, si el Gobierno y el presidente lo consideran necesario, podrían acelerar el proceso y someter a votación su propuesta en cualquier momento, sin esperar a que concluya la tramitación parlamentaria.

En todo caso, el objetivo, según la primera ministra, Sanna Marin, es tomar una decisión lo más consensuada posible antes de la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid a finales de junio, probablemente en el plazo de “unas semanas”.

Para ello, la jefa del Gobierno finlandés se reunió ayer con la sueca Magdalena Andersson y coincidieron en señalar que la guerra entre Rusia y Ucrania cambia la política de seguridad europea y exige un nuevo análisis, incluida la relación con la OTAN.

Pero mientras Marin fue más explícita sobre los plazos de una futura decisión y abogó por las ventajas de que fueran coincidentes, Andersson se mostró más precavida y rechazó hacer especulaciones.

“Creo que nuestro proceso va a ser bastante rápido, hablamos de semanas, no de meses”, dijo en la rueda de prensa conjunta la primera ministra Sanna Marin.

Andersson, por su parte, evitó hablar de plazos concretos y tampoco confirmó las informaciones periodísticas aparecidas en Suecia sobre un giro atlantista de su partido. “Debemos analizar la situación para ver qué es lo mejor para la seguridad de Suecia y del pueblo sueco, y no hay que apresurarse. Hay que hacerlo de forma muy seria y minuciosa”, afirmó Andersson, quien no obstante aclaró que no tiene sentido demorar el proceso y recordó que hay elecciones generales en su país en septiembre.

Giro sueco. Aunque una decisión finlandesa favorable a ingresar en la OTAN parece más cercana, en Suecia la situación ha experimentado un giro en los últimos días. El Partido Socialdemócrata sueco, que encabeza un Gobierno en minoría, anunció el lunes la apertura de un debate interno sobre la situación de seguridad en Europa y su postura frente a la OTAN, hasta ahora contraria a un ingreso. Y el ultraderechista Demócratas de Suecia, tercera fuerza del país, decidió que Suecia ingrese si lo hace Finlandia.