- La invasión rusa a Ucrania acaparó ayer la atención del Foro de Doha, con la inesperada intervención en la inauguración del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y la participación del alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell. “Enfatizo la firme postura de Catar en la renuncia de la violencia contra civiles y otros países, así como todo lo que supone la violación de los derechos humanos y las leyes internacionales”, dijo en la inauguración el emir de Catar, Tamim bin Hamad al Zani, tras haber mencionado la guerra en Ucrania, al tiempo que recordó a “los millones de palestinos que están sufriendo la ocupación de Israel y el abandono internacional durante décadas”.

La comparecencia telemática de Zelenski, que se está convirtiendo en invitado especial de todo foro internacional que se precie, fue recibida con aplausos de los asistentes, un nutrido grupo de líderes y estrategas políticos de todo el mundo reunido en la capital catarí para abordar los principales asuntos de máxima preocupación global.

“Necesitamos una auténtica reforma de las instituciones internacionales de manera que un país no pueda hacer lo que quiera”, aseguró Zelenski en su intervención en un foro que en principio estaba organizado para hablar del cambio climático, la crisis de los refugiados y, sobre todo, la recuperación tras la pandemia del coronavirus.

El gobernante ucraniano, vestido con su ya habitual camiseta verde de campaña, hizo un llamamiento a “crear todos juntos una coalición contra la guerra” y aseguró que con la agresión de Rusia la comunidad internacional ha aprendido que “todos los países necesitan armas nucleares para poder defenderse de una invasión”. “La intimidación con las armas nucleares (que hace Rusia) es una amenaza para todo el planeta”, indicó.

Zelenski reclamó a la comunidad internacional el establecimiento de “mecanismos para asegurar que países 28 veces mayores (como es Rusia respecto a Ucrania) no puedan hacer lo que quieran”, insistió Zelenski, quien recordó que la anexión rusa de Crimea, en 2014, “no fue castigada entonces”.

“Necesitamos garantizar que las capacidades nucleares de un país no se usen para cometer injusticias contra otras naciones”, insistió el gobernante ucraniano que, pese a las sanciones impuestas por la comunidad internacional, aseguró que “Rusia aún no ha sido castigada por lo que ha hecho en Ucrania”.

Zelenski también hizo un llamamiento a Doha a “aumentar la producción de energía” ante el chantaje de Rusia, y categorizó a Catar entre los países “responsables, fiables y firmes” en la exportación de sus recursos que, de este modo, “pueden contribuir a la estabilidad en Europa”. “Ningún país puede usar la energía como arma para chantajear al mundo”, dijo.

El gobernante ucraniano recordó a la numerosa comunidad musulmana que vive en Ucrania, especialmente en Mariúpol, la ciudad del sur ucraniano que sufre un prolongado asedio y bombardeo por parte de las fuerzas rusas, y a la que comparó con Aleppo, la población siria que fue diezmada en la guerra de ese país.

Escala global. El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo que pese a que el conflicto tiene lugar en las fronteras europeas [Ucrania], “no es un problema europeo” sino de todo el mundo, lo que requiere “reforzar la legislación en un nivel internacional y un mejor equilibrio de poder”. Aseguró que de alinearse China con Rusia, habría un cambio en el equilibrio de poderes mundial, creándose dos bloques enfrentados entre sí, nororiental y noroccidental.