- El Papa Francisco realizó ayer un nuevo llamamiento para poner fin a la invasión rusa de Ucrania y a la guerra y denunció las duras repercusiones que tendrán que vivir los niños : “¡En nombre de Dios, deténganse!”, exhortó. “¡Jamas la guerra! Piensen sobre todo en los niños, a quienes se les quita la esperanza de una vida digna: niños muertos, heridos, huérfanos; niños que tienen como juguetes residuos bélicos ¡En nombre de Dios, deténganse!”, publicó en Twitter, animando a rezar.
Francisco no ha escondido su profunda preocupación por la guerra que ha estallado en Ucrania tras el ataque del régimen de Vladimir Putin e incluso ofreció la mediación de la Santa Sede.
Su secretario de Estado, Pietro Parolin, habló con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y le trasladó la voluntad de la Santa Sede de “hacer de todo, de ponerse al servicio de la paz”.
Además de la ayuda enviada, Francisco ha mandado a dos cardenales a Ucrania para ofrecer sus servicios a la población y a los desplazados: son el polaco y limosnero papal Konrad Krajewski y el checo Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Además el Papa visitó por sorpresa la embajada de Rusia ante la Santa Sede un día después del ataque de Rusia a Ucrania para manifestar su profunda preocupación.
Por su parte Parolin, en una entrevista publicada ayer por los medios vaticanos, volvió a apostar por la diplomacia, aunque apuntó que la Doctrina Social de la Iglesia “siempre ha reconocido la legitimidad de la resistencia armada frente a la agresión”. “Pero creo que ante lo que está ocurriendo es imprescindible preguntarse: ¿estamos haciendo todo lo posible para alcanzar una tregua? ¿Es la resistencia armada el único camino? Comprendo que estas palabras, ante la matanza de mujeres y niños, ante los millones de desplazados, ante la destrucción de un país, puedan sonar utópicas. Pero la paz no es una utopía”, defendió.