Estados Unidos prohibió este martes las importaciones de petróleo, gas natural y carbón desde Rusia, como castigo a la invasión de Ucrania, aunque reconoció que la medida va a suponer un coste para sus propios ciudadanos por el aumento del precio del combustible.
Este paso "significa que el petróleo ruso no será aceptado en puertos de EEUU y que el pueblo estadounidense asestará otro golpe fuerte a la maquinaria de guerra" del presidente de Rusia, Vladímir Putin, remarcó en su comparecencia Joe Biden, quien subrayó que tiene el apoyo tanto del Partido Demócrata como del Republicano.
En la práctica, la prohibición, que tiene efecto inmediato, supone el bloqueo por parte de EEUU de cualquier compra nueva de crudo y de ciertos productos petroleros, gas licuado y carbón rusos, además de cancelar las entregas de contratos existentes.
Poco después del anuncio de Biden, Reino Unido seguía sus pasos y anunciaba su pretensión de eliminar "gradualmente" la importación de petróleo y productos derivados del crudo ruso para finales de 2022.
Así lo confirmaba el ministro de Energía británico, Kwasi Kwarteng, en un mensaje en Twitter en el que aseguraba que este plazo dará al mercado, las empresas y las cadenas de suministro "tiempo más que suficiente" para reemplazar las importaciones rusas, que representan el ocho por ciento de la demanda de Reino Unido.
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ya había subrayado este martes la necesidad de reducir la dependencia de gas y petróleo de Rusia, en el marco del conflicto desencadenado por la invasión rusa de Ucrania.
"No nos rendiremos"
Los diputados de la Cámara de los Comunes ofrecieron esta tarde una larga ovación al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que parafraseó ante el Parlamento uno de los discursos más célebres del antiguo jefe de Gobierno británico Winston Churchill durante la II Guerra Mundial (1939-1945).
"Lucharemos en los bosques, en los campos, en las orillas y en las calles", declaró Zelenski, que pidió una vez más que los países occidentales "se aseguren de que los cielos de Ucrania son seguros", a pesar de que Johnson y otros líderes han descartado la creación de una zona de exclusión aérea en el país.
"No nos rendiremos y no perderemos. Lucharemos hasta el final por mar y por aire, seguiremos luchando por nuestra tierra, sea cual sea el coste", dijo Zelenski, un discurso con tintes heroicos que, en palabras de Johnson, "conmovió los corazones" de los parlamentarios.
Ucrania evacúa Sumy e Irpin y acusa a Rusia de impedirlo en Mariúpol
Ucrania comenzó hoy a evacuar a los primeros ciudadanos de Sumy. La evacuación comenzó a primera hora de la mañana con una primera columna de unos 20 autobuses llenos de ciudadanos, especialmente estudiantes extranjeros de la India, que ya llegó a Poltova.
Más de 300 kilómetros al oeste, en la región de Kiev, continuaba hoy la lenta evacuación de la población de Irpin, donde la huida de la ciudad de casi 43.000 habitantes asediados por las fuerzas rusas se produce lentamente.
Este martes más de 150 personas fueron evacuadas, según Emergencias, que recalcó que el trabajo continúa. En total, se asistió a casi 3.000 personas, agregó, que han tenido que abandonar la ciudad a través de un puente destruido.
Una Mariúpol sin salida
Donde se frustró hoy de nuevo la evacuación fue en Mariúpol. Según las Fuerzas de Operación Conjunta, las tropas rusas comenzaron el ataque "exactamente en la dirección del corredor humanitario".
Mariúpol está totalmente bloqueada por las fuerzas rusas desde hace más de una semana y el alcalde, Vadim Boychenko, ha afirmado en varias ocasiones que la ciudad se encontraba al borde de una "catástrofe humanitaria", ya que se quedó sin electricidad, calefacción y agua debido a los constantes bombardeos del Ejército ruso.
En Mariúpol, por primera vez en décadas, probablemente la primera vez desde la invasión nazi, un niño murió de deshidratación.
"Escuchadme hoy, queridos socios (occidentales) el niño murió de deshidratación ¡en 2022!", dijo este lunes el presidente ucraniano.
El mandatario se mostró hoy especialmente duro con Occidente, al afirmar en un nuevo videomensaje que Ucrania lleva "trece días escuchando promesas, trece días que nos están diciendo que habrá ayuda en el cielo, que habrá aviones, que nos los darán".