El presidente ruso, Vladimir Putin, ha acusado a "radicales ucranianos" del ataque del pasado viernes contra la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia, en un incidente que desató temporalmente el pánico a una nueva catástrofe nuclear parecida a la de Chernóbil en 1986.
Putin ha garantizado a su homólogo francés, Emmanuel Macron, de que los niveles de radiación en la planta son "normales" y que ahora mismo las instalaciones están bajo control de una fuerza híbrida de guardias de seguridad rusos y ucranianos.
El ataque contra la planta, la más grande de Europa, provocó un incendio que posteriormente fue controlado.
Previamente Rusia había asegurado que las operaciones continuaban con normalidad y ya había acusado a "saboteadores" ucranianos del incendio, achacado por Kiev a un ataque con proyectiles por parte del Ejército ruso.
Putin trasladó a Macron sus impresiones sobre la invasión de Ucrania a través de una larga conversación telefónica --casi dos horas, según la agencia TASS-- donde el ataque contra la central ocupó un papel predominante.
"Fuerzas rusas en cooperación con la unidad de guardia ucraniana y el personal continúan asegurando que la central nuclear opera con normalidad, el fondo radiactivo es normal, todos estos hechos han sido oficialmente confirmados por el OIEA. La seguridad física y nuclear de la central está bien protegida", ha declarado Putin a Macron.
Macron pide garantizar la seguridad de las nucleares
Por su parte, Macron ha mostrado su "gran preocupación" por los "riesgos para la seguridad y las garantías nucleares" derivados de la invasión militar de Ucrania y ha pedido "medidas concretas" para responder ante esta situación, según un comunicado publicado por el Elíseo tras la conversación.
Así, ha dicho que el mandatario "ha subrayado la necesidad absoluta de evitar cualquier atentado contra la integridad de las instalaciones nucleares civiles ucranianas" y ha exigido "garantizar su seguridad, según las reglas del OIEA y las propuestas de su director general (Rafael Grossi)".
"El presidente ruso ha aceptado que un trabajo en ese sentido se asuma sin retrasos por el OEIA", ha manifestado el Elíseo, que ha agregado que Macron "ha insistido en la importancia de que el marco de trabajo sea realmente garantizado bajo la autoridad de las autoridades competentes".
Por otra parte, Macron ha reclamado a Putin "el respeto del Derecho Humanitario, la protección de las poblaciones civiles y la entrega de ayuda", al tiempo que ha apostado por "una solución negociada y plenamente aceptable para los ucranianos" y ha mostrado su preocupación ante un "ataque inminente contra Odesa".
La Inspección Nacional de Regulación Nuclear de Ucrania confirmó a primera hora del viernes la toma de Zaporiyia y agregó que "el personal sigue en sus puestos de trabajo, con personal operativo supervisando el estado de las unidades de generación y garantizando que operan en línea con los requisitos de procedimiento para unas operaciones seguras".
Tras ello, el Gobierno de Rusia recalcó que las operaciones en la central --que dijo haber tomado durante la jornada del lunes-- continuaban con normalidad y acusó a "saboteadores" ucranianos del incendio registrado horas antes en las instalaciones, achacado por Kiev a un ataque con proyectiles por parte del Ejército ruso.
Por su parte, Grossi propuso un encuentro en la central de Chernóbil con delegaciones de Ucrania y Rusia para abordar garantías de seguridad en las instalaciones nucleares. Asimismo, dijo que el edificio en el que tuvo lugar el incendio "es una construcción adyacente a los reactores" y confirmó que no había habido cambios en los niveles de radiación, a pesar de las denuncias en este sentido vertidas por el Gobierno ucraniano.