- El ministro español de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, anunció ayer que la embajadora en Ucrania, Silvia Cortés, salió ayer del país junto con un centenar de españoles que aún permanecían en Kiev, la capital ucraniana bombardeada en las últimas horas y a la que ya han llegado las tropas rusas. En la tarde de ayer ya se registraban tiroteos en el centro de la ciudad y miles de habitantes de Kiev trataban de salir hacia lugares más seguros.
Albares explicó en una entrevista en la cadena COPE que la representante española en Ucrania, junto con el personal de la embajada que quedaba en Kiev tras haber sido reducida la dotación humana al mínimo esencial ante la situación creada, estaban saliendo en un convoy hacia Polonia, nación con la que Ucrania comparte frontera.
Ya el martes salió del país otro grupo de cincuenta españoles, por lo que en Ucrania quedarían alrededor de un centenar, principalmente ciudadanos con la doble nacionalidad o personas muy arraigadas en este país que ya habían hecho saber a las autoridades que no se marcharían, informa Europa Press. El Ministerio de Asuntos Exteriores les recomendó a todos ellos limitar al máximo sus movimientos y permanecer en un lugar seguro, en contacto constante con las autoridades españolas.
El ministro Albares resaltó el “trabajo extraordinario” realizado por la embajadora Cortés y por todo el personal en estas semanas de escalada, que ha derivado en una invasión en la que además de los combates se están registrando víctimas civiles.
Albares expresó su deseo de que su marcha sea temporal y los responsables y trabajadores de la embajada puedan regresar “lo antes posible” a la capital ucraniana, aunque destacó que en estos momentos “no se dan las condiciones mínimas de seguridad”.
Por otra parte, el ministro reconoció que las “sanciones masivas” acordadas por la Unión Europea tendrán un “coste” en algunos sectores económicos de los países miembros, pero defendió que “no son nada comparable con el coste de la inacción, con no hacer nada” porque estamos ante una “guerra en el corazón de Europa”. No actuar, insistió José Manuel Albares, “sería tremendamente costoso para nuestra economía, nuestras bolsas y nuestras empresas”. A su juicio, se debe “impedir que se imponga un nuevo orden”, que es lo que está intentando hacer el presidente ruso, Vladimir Putin, señaló el ministro.
En este sentido, indicó que en la Unión Europea ya se están estudiando “medidas compensatorias”, como han sido los fondos para la recuperación aprobados para hacer frente a las consecuencias de la pandemia.
Por otro lado, el jefe de la diplomacia española no quiso comentar las posiciones expresadas por algunos miembros del Ejecutivo, y en particular por los partidos a los que pertenecen, en relación a la invasión rusa de Ucrania.
Así, recalcó que “no existe ninguna fisura” y la “cohesión” en el Gobierno español se hace palpable todos los martes en el Consejo de Ministro con las medidas que se adoptan. Según Albares, la condena a lo sucedido “ha sido unánime” y la postura ha quedado expuesta por el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
En este sentido, y frente a quienes plantean que las diferencias en el seno del Ejecutivo perjudican a la posición de España a nivel internacional, recalcó el hecho de que Madrid acogerá en junio la cumbre de la OTAN. “Nadie habría puesto en manos de España esa cumbre histórica si no fuera porque nos consideran un aliado fiable y comprometido con nuestros aliados de la OTAN”, enfatizó.
Despliegue los GEO. El Gobierno tiene previsto desplegar un nuevo grupo de GEO en la frontera de Ucrania para asegurar el paso de los convoyes que han partido de Kiev con personal consultar y un nutrido grupo de españoles. La embajada contaba ya con un equipo de seguridad de la Policía Nacional que fue reforzado la semana pasada con un grupo de GEO. Los policías se encargaron de asegurar físicamente la embajada tras la salida del convoy en el que viajaba la embajadora.