- El líder ruso, Vladímir Putin, presidió ayer unos ejercicios de las fuerzas nucleares rusas en una demostración de fuerza en medio de la tensión entre Moscú y Occidente por la crisis en Ucrania. “Las tareas de los ejercicios de las fuerzas de disuasión estratégica se cumplieron plenamente, todos los misiles alcanzaron los objetivos designados”, señaló el Kremlin.

La presidencia rusa precisó que durante las maniobras fueron disparados misiles hipersónicos Kinzhal, así como Tsirkon y Calibr. Putin había elogiado previamente a Tsirkon como uno de los armas de nueva generación que no tienen análogos en el mundo.

El líder ruso anunció en un discurso en 2018 unos avances del armamento nuclear ruso, diciendo que podrían alcanzar casi cualquier punto de la tierra y evadir los actuales sistemas de defensa antiaérea.

En el marco de las maniobras actuales, las fuerzas rusas también dispararon misiles balísticos intercontinentales y misiles de crucero Iskander. Mientras, desde aguas del mar de Barents un submarino nuclear ruso de la flota del Norte realizó un lanzamiento de un misil balístico.

Estos ejercicios, según Rusia, fueron planificados con antelación con el objetivo de comprobar el estado de preparación de la dirección militar, las unidades de lanzamiento, las tripulaciones de los buques portamisiles, así como verificar la fiabilidad de las armas estratégicas nucleares y convencionales del arsenal ruso.

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, quien llegó ayer a Rusia para entrevistarse con Putin, contempló los ejercicios con misiles balísticos desde un centro de mando ubicado en el Kremlin, donde también los siguió el líder ruso.

Esta es la primera visita de Lukashenko a Rusia en 2022. El año pasado, el líder bielorruso se entrevistó con Putin en territorio ruso hasta en seis ocasiones, convirtiéndose así en el líder extranjero que más veces visitó este país en un año.

La demostración del músculo militar ruso tiene lugar en medio de crecientes tensiones en torno a Ucrania. Según EEUU, Rusia puede atacar al país vecino “en los próximos días”, motivo por el que hoy varios países europeos recomendaron a pedir a sus ciudadanos a salir de Ucrania.

Así, Alemania reiteró ayer su llamamiento para que los ciudadanos alemanes abandonen Ucrania y les conminó a hacerlo “con urgencia”, ya que un enfrentamiento militar “es posible en cualquier momento”.

También el Gobierno francés aconsejó a sus compatriotas a abandonar Ucrania dada la tensión existente por la concentración de tropas rusas en la frontera y el recrudecimiento de las violaciones del alto el fuego en el este de país.

Todas las miradas están ahora dirigidas a las maniobras militares ruso-bielorrusas a gran escala, cuya fase activa debe acabar hoy, y que han generado alerta por celebrarse cerca de la frontera ucraniana.

Moscú afirmó previamente que los militares que participan en las maniobras volverían a sus cuarteles tras los ejercicios. También Minsk aseguró que tras el fin de los ejercicios conjuntos “ni un solo soldado” ruso quedará en territorio de Bielorrusia.

Integración en la OTAN. Tras su derrota en la guerra ruso-georgiana de 2008, que culminó con el reconocimiento de las separatistas Abjasia y Osetia del Sur como Estados independientes por Moscú, Georgia rompió relaciones con Moscú y en 2017 incorporó en su Carta Magna la integración el espacio euroatlántico como “prioridad sin alternativa”.

Cooperación. Georgia continúa fortaleciendo sus capacidades defensivas en estrecha cooperación con la OTAN.

Ucrania-Georgia. Desde la cumbre de Bucarest de 2008, cuando la OTAN entreabrió la puerta a Ucrania y Georgia, ambos países forman parte de una “misma cuerda”.

Rusia continúa al acecho. Rusia efectúa regularmente ejercicios militares en Abjasia y Osetia del Sur (reconocidas por Moscú) para intimidar a Georgia.